La corrupta profesión de un hombre que le importa más sus intereses que la vida misma. Porque desde que entró al Ejército, su única percepción de la vida es asesinar a quienes defienden lo suyo.
En los últimos días hemos visto como el “EjércitoNacional” de Colombia (en mi concepto paramilitar) ha sido de manera descarada defensor de ese proyecto para que ellos puedan votar impulsivamente por un subordinado que quiere una dictadura militar, tal y como lo es el coronel Publio Hernán Mejía. Pero este personaje no es de quien hablaremos hoy en esta columna, sino de otro personaje que el consumo de cocaína mezclado con sangre le hizo un daño irreparable a su diminuto cerebro. ¡Con ustedes, Eduardo Enrique Zapateiro!
Este militar ha sido cómplice de muchas de las operaciones que se han hecho en el territorio colombiano, pero sus habitantes no saben que el señor aquí mencionado no es más que otro asesino con uniforme y descaradamente niega estar involucrado en los llamados Falsos Positivos. En el año 2014 estuvo involucrado precisamente en un caso de estos, en un operativo que tuvo lugar el 22 de febrero en el municipio de San Pablo, Bolívar. En ese entonces el coronel justifica la muerte de un joven y la comunidad se manifiesta por este hecho. Zapateiro dijo esto en aquella entrevista.
“En un prontuario delictivo, un perfil delictivo, claro. Donde lleva casi diez años en la estructura como enlace con el Frente 24 y todo lo que tiene que ver con narcotráfico, con finanzas sí, donde le… El pueblo o el municipio de San Pablo está azotado por las extorsiones delictivas que hace este joven.”
Después de la narración de la periodista, Zapateiro continua su relato aclarando lo siguiente:
“La población de una manera desordenada y contrariando todo principio de poder conservar la escena de los hechos que es importantísima por el pago. Tener argumentos suficientes y poder explicarle, sí, a la población civil que no es lo que dice hoy la familia.”
Por este hecho, al entonces coronel le abrieron investigación y siendo él quien dirigía la Quinta Brigada por la muerte de Jorge Eliécer Blanco, calificando al fallecido como un subversivo y con el alias de “Severo”, se demostró también que era un agricultor. Pero el Ejército simplemente lo acusó de ser un nexo para los narcotraficantes. Es raro que a este personaje que es miembro de esta entidad hoy en estos momentos debería de haber sido dado de baja. Pero no, aquí en Colombia todos se arropan con la misma cobija.
Más información de los hechos, aquí:
Un hombre tan pedante, arrogante y descarado como Eduardo Enrique no debería tampoco de estar en las calles de este país. Y es muy pronto para mencionar que merece estar en una cárcel por sus actos delictivos y sin piedad alguna, las familias deberían declarar en contra de este señor. Más, cuando en diciembre de 2019, un artículo del periódico El País contó, como este General en ese entonces, estaba envuelto en otra polémica aún sin posesionarse como comandante del Ejército.
La historia de este hecho empieza en marzo de 1995, cuando el padre del futbolista Juan Fernando Quintero, el señor Jaime Enrique Quintero Cano se presentó para definir su situación militar en la Cuarta Brigada del Ejército situada en Medellín. Expedientes de la época informan que fue embarcado a la sede de la Brigada 17 y que fue asignado al batallón de Voltigeros y que estaba en el municipio de Carepa, pero después de dos días fue enviado de vuelta a Medellín por orden de Zapateiro que en ese entonces ostentaba el cargo de capitán. (Y hasta el día de hoy, a él no hay que creerle ni una sola palabra, ni tampoco creer en sus disculpas).
Dejo aquí el artículo para que se informen ante este hecho:
Un pueblo colombiano que no conoce la verdad de su “honorable” institución, manchada de sangre, cocaína y paramilitarismo, que lo único que ha hecho ha sido siempre cubrir las necesidades y las exportaciones que hacen los narcotraficantes por fuera del país. Y los altos rangos de este Ejército de paramilitares, han hecho que algunos de ellos se dobleguen ante la voluntad de la JEP. ¿Por qué? Se dieron cuenta que hay ojos que los vigilan desde afuera, pero militares corruptos como Eduardo, dejarán en claro que la impunidad de esta institución siga a flote.
¿Cómo este hombre puede dormir teniendo en su espalda las almas de hombres inocentes? No nos cabe en nuestras cabezas, en sus frágiles mentes, en sus apagados cerebros por falta de sinapsis, que este señor aparte de haber sido elegido comandante luego de la baja que le dieron a su antecesor Nicasio de Jesús Martínez Neira (también involucrado en los Falsos Positivos) no estén encerrados y en cuatro paredes pagando por sus actos. Los colombianos cobardes y derrotistas dicen que nada va a pasar y que en el más allá no habrá justicia, pero yo en ese tema no estoy de acuerdo; porque hoy en día la gente ya no es tonta y se ha instruido en el arte de la lectura y ha hecho que su mente reaccione de alguna manera ante estos hechos.
En 2020, tras la muerte de John Jairo Vásquez, alias “Popeye” (digan la verdad, lo envenenaron), los colombianos conocieron la reacción de Zapateiro y desde mi punto de vista fue algo indignante, hilarante y molesto a tales revelaciones para el país. Sin embargo, no hay que quedarnos callados y siempre hay que recordarle a este personaje sus antecedentes y su pasado. Pero tenemos a un NarcoEstado que camufla su corrupción, los militares involucrados prefieren ser juzgados en los juzgados de la justicia penal militar a ser llamados a citación ante la Corte Suprema de Justicia.
En unos trinos, este comandante se tomó la molestia de ser el centro de atención y tras lo ocurrido con el ex-sicario de Pablo Escobar, dijo lo siguiente:
“Lamentamos mucho la partida de Popeye, somos seres humanos, colombianos y del comandante del Ejército solo tienen que esperar seguridad y defensa, es mi responsabilidad.”
Ante esta situación prefiero alejarme de lo que le contestó a los medios. Para mí, este personaje hizo el ridículo, se aspiró la mezcla de droga sintética que tenía entre sus objetos personales para salir a defender su argumento. ¿En el pasado ellos eran aliados? ¿Eran socios? Preguntas que Zapateiro debe responder ante esta polémica. Pero, sabemos que en el fondo es un cobarde y un acefálico y su único propósito es ver a Colombia en una guerra interminable. Estoy seguro de que este personaje habrá estado detrás de la lista de Twitter que se creó en el último año llamado “Oposición”.
Sus adeptos soldados saldrán a defenderlo y a decir que nada de eso es verdad, y que su comandante es un hombre “honorable” como su Ministro de Defensa Diego Andrés Molano. ¿Cierto? Quien dice que esto es honorable cuando se exponen actos de corrupción en una institución que tiene una nula reputación ante el pueblo de su propio país, donde obligan a sus soldados a decapitar gallinas con su boca para hacerles sentir que así es como se siente matar al “enemigo”. ¿Van a negar lo que acabo de decir aquí? Si no, pueden ver la prueba que el señor Gustavo Petro expuso en el Comisión del Senado hace meses atrás.
Esperaban algo más, ¿verdad? La corrupción de estos militares es como un acto de magia, escándalo que se expone ante el país y a los pocos días desaparece como si nada. Porque los colombianos tienen muy mala memoria, así de sencillo hay que decir las cosas; pero estamos nosotros para mostrarles la verdad ante sus ojos y obviamente no íbamos a dejar pasar esto en segundo plano, porque ese no es y nunca será mi estilo colombiano. Y usted prefiere espiar tuiteros a darle la cara a un militar ruso que tiene más experiencia, tiene estudio y es un verdadero hombre de honor, y no es un adicto a la cocaína como lo es usted.
Carece de hombría total y no solo eso, como uno no puede reírse ante la demencia que hizo Eduardo Enrique cuando estaba siendo entrevistado por el señor Juan Lozano en el Noticiero de RCN el pasado 11 de mayo de 2020. Y sí, es una locura total estando alguien así exaltado y según él, tiene un pueblo que lo apoya, que lo respalda y lo acepta como es. Vaya pajazo mental que se pegó ese día cuando terminó su intervención y su entrevistador lo vio con una cara de ¿Qué demonios acabo de ver aquí?, Zapateiro dijo lo siguiente:
“Aquí no puede haber un hombre, una mujer, un soldado, en todas sus calificaciones y grados, que vaya a manchar y enlodar todo lo que durante 200 años hemos construido. Patria, honor, lealtad. ¡AJUAA!”
Jajajajaja. No hombre, sale con una gran pendejada y su droga le hizo decir eso, y Duque recientemente citó dicho "grito de guerra" de la peor manera posible. No dice nada al respecto porque detrás de cámaras se lo aspiro a su fragmentado cerebro y su sistema nervioso se puso histérico ante esa droga. ¿Verdad Eduardo? El hazmerreír del Ejército Nacional de Colombia siendo usted por todo ese año y hoy en día, pero usted nunca defrauda cuando va a trinar algo en Twitter. Entonces encubre a sus amigos militares, los mismos que apoyan una guerra con Venezuela, y no se sonroja al negarlo.
¿Se siente insultado por lo escrito aquí? Claro, era de esperarse de un cobarde que usa uniforme y, tras el caso de la JEP en donde reveló que el gobierno de Uribe entre 2002 y 2008 se ejecutaron 6402 casos de Falsos Positivos, y las madres de Soacha no se hicieron esperar tras estas cifras, manifestando que pueden llegar a ser más de diez mil. No obstante, Zapateiro volvió a ser noticia en un trino reaccionando ante su descontento por lo expuesto por la JEP, contestando de manera descarada y miserable ante las organizaciones de Derechos Humanos y ante las víctimas de este caso:
“Somos soldados del Ejército Nacional de Colombia, y no nos dejaremos vencer por más víboras venenosas y perversas que quieren atacarnos, señalarnos o debilitarnos. Oficiales, suboficiales y soldados, no nos rendimos, no desfallecemos, siempre fuertes con la cabeza en alto. Dios está con nosotros.”
Tan bonito el comandante en contra de los avances del caso 03 de una institución que le está pisando los talones a los más poderosos. Sin embargo, José Miguel Vivanco no se hizo esperar a la reacción de este personaje tan nefasto, corrupto y vil como Zapateiro. Aquí como el director ejecutivo de la Human Rights Watch citó y contestó de manera encarada a ese comandante en su trino, del cual muchos no nos hicimos esperar ante su respuesta. Lo bueno de esto, es que Zapateiro pudo o no haber contestado a ello, porque se estaba midiendo con una entidad internacional, lo veremos aquí mismo:
“Un día después de que la JEP anunció sus avances sobre falsos positivos, el comandante del Ejército trina este críptico mensaje. Respetuosamente le pido a Eduardo Zapateiro que aclare el sentido de su trino. Sería muy grave que el Ejército pretenda intimidar a un tribunal.”
Viendo las cosas como son, y como lo dije al principio, los uribistas quieren que los militares y policías voten en las próximas elecciones de 2022 para así poder ejercer la dictadura militar que tanto quieren. Ellos no quieren que haya un pueblo educado, que conozca su historia ni que sea consciente de lo que sucede en el país, porque temen a que haya una revolución de grandes magnitudes. Por eso los prefieren sumisos, ignorantes y obedientes al servicio de los narcotraficantes que ellos tanto protegen, y a los monstruos de la secta de ACORE les digo lo siguiente: Sus delitos van a pagar y su impunidad desaparecerá cuando la JEP los llame por la complicidad que han sido partícipes durante la historia que se han negado a contar.
Colombianos, no permitamos que esto suceda. Lo que necesitamos aquí es justicia por los actos de estos criminales.
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