Dice llamarse "activista", pero el decir que es una amante de la vida animal no es una de ellas. La excandidata a Cámara de Representantes por Cambio Radical debe muchas explicaciones, simulando una falsa sonrisa...
Sus dos derrotas políticas son prueba de que la señorita Diana Milena Andrade Hernández, no sirve para estar en este plano. Dice ser activista y abogada taurina, pero ha demostrado, con su cinismo y su falsa sonrisa, que lo único que le interesa en realidad es preservar las tradiciones taurinas que hay en el país. Al principio, la Corte Constitucional sacó la sentencia C-666 de 2010, donde se manifiesta que las corridas de toros y otro tipo de espectáculo animal, hacen parte de la cultura colombiana y arraigada a las tradiciones del país, donde esto no puede calificarse como acto de maltrato animal. Y algunos de sus seguidores piden que se respeten las corridas de toros, ya que son manifestaciones soberanas y democráticas, siempre con respeto y mucha tolerancia. ¿En serio él dijo eso?
Sí claro... Tolerancia y respeto con la muerte animal. Que ironía.
Existan o no corridas de toros, van directamente a los mataderos Diana Milena, no creo que te hayas dado cuenta de eso, pero eso no lo dijiste en marzo de 2019 cuando Caracol Radio te entrevistó, y podrás llamarme embustero y chismoso, pero aquí la verdad es que la tauromaquia es y siempre será un oficio de asesinos que satisface las necesidades mentales de los psicópatas que han gobernado este país por más 200 años. No creo que sepas nada de historia, pero te recomiendo que al menos leas o vayas al museo. De ser así, felicidades, pero, te han mentido toda tu vida y en tu cara por lo que te han dicho para que mantengas esa ideología rastrera en las que los habitantes del norte de Bogotá han querido mantener eternamente. Sería una lástima para ti ver como derogar la Ley 916 de 2004 y ese negocio se termina. Una pérdida financiera para Gonzalo Sanz de Santamaría.
Dijiste en uno de tus trinos la siguiente frase:
“Corraleja no es lo mismo que corrida de toros. Por si acaso.”
Bueno, al menos, dejaste en claro que es lo que defienden en realidad.
Dices llamarte una defensora de las libertades en Colombia, y eso no lo mencionaste en tu anterior campaña política cuando estabas dando volantes con tus propuestas de campaña, y te quisiste guardar muy bien tus deseos taurinos, y ni poniendo tu defensa por la tauromaquia, ganarías una curul en el congreso, del cual no vas a conformar. Indignante saber que una persona como tú, no seas capaz de superar un simple trauma por un político y hoy presidente de la república que a ti a modo personal no te ha hecho nada malo. En lo ocurrido el día 23 de junio tu escribiste lo siguiente:
“#APetroLeDigo Que es la peor pesadilla para Colombia, que sus egos y aires de tirano harán mucho daño al país y que ojalá no cumpla lo que prometió en campaña.”
Déjame preguntarte algo. Mencionaste sus promesas de campaña, entre ellas la prohibición de las corridas de toros, ¿cierto? Debe ser decepcionante saber que una niña como tú, no puede vivir sin su espectáculo favorito. Puedes negarlo todo lo que quieras, pero en esa mini columna que escribiste el día 18 de junio de 2021, dejaste claro tu necesidad de mantener ese negocio para preservar el trabajo de esos toreros, y lo usas como pretexto para que ellos puedan seguir viviendo de ese negocio. Te voy a contar algo: La única vez que entré a la Plaza de Toros La Santamaría tenía solo 18 años, y ver a todos esos borrachos festejando el asesinato de un toro ante miles de espectadores, al principio causó algo de gracia, pero en el fondo sentí dolor por ese toro, y entendí la razón de los manifestantes antitaurinos por ver eliminado de la sociedad ese “espectáculo” de las calles del país. Es algo muy malo.
Seguro tu estuviste de acuerdo que en la segunda alcaldía de Enrique Peñalosa Londoño restableciera la temporada taurina y lo más importante, es que pudieras estar feliz tomándote fotos con los toreros y viendo como desde allí sacaban a los toros asesinados en carretillas y siendo llevados a los mataderos para su separación de la carne. En caso de no saberlo, los mataderos hacen parte de los lugares donde se emanan gases de efecto invernadero, y eso ocurre constantemente en todo el planeta. No creo que sepas nada de medio ambiente, pero al menos debes tener una idea al respecto sobre eso. Bueno, ya que eres experta en defender a los simpatizantes de la tauromaquia. Llámame loco o enfermo (Como me llamó una amiga tuya cuando la critiqué), eso, igual no te bastará para sacarme de la psiquis.
La gran defensora de las fiestas bravas, buscando la manera de como salvar ese negocio, que de por sí, es otro atracadero y lavadero de dólares y de cocaína. ¿No es así? Puede que no haya pruebas sobre eso, pero las dudas quedan sobre la mesa y, eso, a ti te molesta. Pregunta: ¿Tu pareja es simpatizante de estas mismas fiestas como tú? El senador del Partido Liberal, Guillermo García Realpe mencionó una frase convincente que le da toda la razón a quienes quieren un cambio para el país, y no te gustó escucharla, porque te dio mucha rabia y enojo al mismo tiempo cuando lo viste a los ojos. Ese senador dijo:
“Las corridas ya son espectáculos del pasado.”
Uhhh. Eso dejó marca en tu mente, y también en tu corazón. ¿No es así? Puedes mencionar que los animales sufren todo el tiempo, pero no todos los dueños de animales domésticos y de granja son malas personas. No son como tú que han crecido bajo el yugo de los espectáculos, donde los toros son atravesados con lanzas y columnas, mientras esos toreros los miran a los ojos porque son carne para las empresas de hamburguesas, y diversión a enfermos mentales. ¿Te ofendí con esas dos palabras? Si fue así, no esperes una disculpa, eso es una debilidad humana.
Y siendo también una opositora al gobierno de Claudia Nayibe, mencionó que no los atacaría a ustedes (Defensores de la tauromaquia) y que ahora lo está haciendo desde ese entonces. Todo eso en esa entrevista que diste el 7 de febrero de 2020, un mes antes de que comenzara la pandemia en Colombia, las cosas ya se estaban saliendo de control. Y eso fue una gran pérdida de dinero y te dolió mucho más el ver como ese “espectáculo” estaba siendo devastado por el virus que acechó a todo el planeta. De seguro has leído el Arte de la Guerra de Sun Tzu, para saber en realidad que ni siquiera has entendido lo que significa en realidad, y te vuelvo a decir aquí, desde aquella primera vez que nos vimos en Unicentro, y mostrando lo mentirosa que eres, al decir cosas que no ocurrieron en realidad, como, por ejemplo, que te haya “cerrado tu cuenta de Twitter”.
En los volantes de tu campaña política no lo mencionaste como propuesta (aunque no lo recuerdo bien), pero en ese blog llamado Estilo Taurino mencionaron tu nombre y como adalides de buena moral, defienden a capa y espada esa “tradición y actividad milenaria”. Podría asegurar que hasta tienes cuernos guardados en tu casa, como objeto de protección a personas que quieren atacarte de manera física, y haces caso omiso a comentarios bruscos y brutales, optando por bloquear a personas que piensan diferente a ti. La primera vez que nos confrontamos en Twitter fue brusco y sagaz, que optaste por ese camino sin responderme. Caso contrario a lo que hizo tu amiga Laura Estefanía. En un artículo del pasado 2 de junio, llamado “El Congreso y la Tauromaquia”, dejaste claro tus intenciones de defender esa “actividad” una vez más, sin que te importen las demás necesidades. Dirás que eso no es cierto, pero he visto lo que hay en sus ojos y todo se torna de color rojo sangre, como los toros que ves en esas fotos y vídeos, cuando piensas en esas temporadas de asesinos ondeando una especie de tela roja con amarillo, mientras los espectadores dicen ¡OLÉ!
Tú, manifestaste en ese mismo artículo la siguiente cita:
“Mi identidad cultural, como el pasodoble: Ni se compra, ni se vende. Pido respeto y reconocimiento de nuestra identidad cultural a los honorables senadores de la República.”
Dime algo Diana Milena: ¿Creíste que, citando esa canción, lograrías llamar la atención de los senadores taurinos y antitaurinos en ese entonces? Tu amiga María Fernanda Cabal se beneficia de ese negocio, porque es acérrima defensora de las fiestas bravas. Mientras tú, puedes salir muy sonriente en esa foto luego de haber dicho esa frase, pero de seguro en el fondo de tu ser, debes estar tan desesperada por impedir dichas prohibiciones. No vale la pena que te esfuerces, eso de qué serviría, si ni siquiera tienes el valor para admitir que no puedes vivir sin ese tipo de eventos, porque de seguro te limpias tus tacones con desinfectante, luego de haber pisado la sangre de esos toros que tantos dices defender, pero que en el fondo nunca te han importado para nada.
¿Eso era lo que querías hacer hace tres años, cuando eras candidata a edil por el uribismo? Quedando en los tres últimos lugares con solo 597 votos en la localidad de Barrios Unidos, y en estas elecciones a Congreso obtuviste apenas 1206 votos, quemándote por segunda vez y fracasando en tu logro de ser congresista y dejar de ser una simple asistente. Aparte de todo, de los tres financiadores que te ayudaron con tu campaña hace más de 6 meses, ¿cierto? El señor Héctor Nicolás López Pacheco te financió con una donación en especie de 2.500.000 pesos, y tiene cuatro contratos por un valor total de $449.745.450 pesos. Habiendo prestado sus servicios con la Superintendencia de Sociedades, la Gobernación de Cundinamarca, la Secretaría de Educación y Supersalud, entre los años 2016 y 2017. Es lo más doloroso que has tenido que vivir, ¿no es así? Pero, en la Comisión Primera del Senado y como ciudadana, el pasado 2 de junio dejas en claro una vez más tu “identidad cultural” con las siguientes palabras:
“En Colombia no tenemos niveles de ciudadanos, todos estamos en la misma condición, por lo que solicito respeto a mi identidad cultural. Defiendo esta fiesta que viene desde antes de la Constitución.”
Son tus palabras, no las mías Diana Milena. Está claro tu fiel y firme posición para defender ese supuesto arte que al mismo tiempo atenta contra el medio ambiente (aunque tenga mucho que ver), la realidad aquí es que ese tipo de cultura e identidad ciudadana ya es parte del pasado, y eso es algo que tienes que aceptar, no importa a cuantas bodas asistas. Es algo desconcertante saber, que alguien como tú insiste de manera desesperada en conservar esta clase de vejámenes psicopáticos reflejados en la matanza de animales que en el fondo no tienen la culpa de que el ser humano sea la mayor plaga de la historia universal. Eso tampoco te importa, porque lo tuyo son los negocios.
Es tan difícil que logres entender esto, y… ¿Para qué sentir piedad en alguien como tú? Si le gusta ser sometida a ciertas críticas, y no ser capaz de aceptarlas de buena manera, porque mencionas un término que en realidad nunca ha existido en realidad, y todos los de tu clase se la van pasando de trino en trino repitiendo lo mismo. ¿Eso es todo? Tu pondrás un punto de vista diferente, pero ni la misma historia te podrá juzgar por tus acciones recientes, y eso lo vamos a ver en estos tiempos actuales. Sé que no quieres con alguien como yo, que tiene una visión del país muy diferente al tuyo, y que se mete en los pensamientos de los demás, buscando la manera de hacer débiles y vulnerables. Ya tengo experiencia en eso, y sé que más adelante te va a afectar y será un tajo muy duro para ti. Por eso es mejor atacar desde arriba a abajo, y no al revés.
Ahora veo la razón de lo que tanto te molesta y por qué le tienes tanto desprecio al señor Petro. Yo ya conozco la causa de ese odio que le tienes, Diana. Lo culpas por la muerte de tu padre, un magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia que murió durante la toma del Palacio de Justicia en 1985, sabiendo que, en ese tiempo, el señor Petro estaba preso, y has vivido en una gran mentira. ¿Me equivoco? Puede o no que esto termine siendo cierto, pero ahora no hay nada más, para exponer. La activista de la fiesta brava creyó poder ocultar este gran secreto y ahora todo el país lo sabrá. Dime, ¿qué se siente que te haya tajado en una vieja herida del cual no te has podido sanar en realidad? Ni tu pareja podrá consolarte con ese detalle. Esto en el fondo no es ni será ninguna libertad, del cual te gusta defender para satisfacer tu sed de sangre. Adelante, puedes llamarme un monstruo sin corazón. Te reto preciosa.
¿Indignada por una chocoramo, una oblea y una bebida azucarada? Habló la mujer que hizo campaña con la excusa de defender las pequeñas y micro empresas de la ciudad. Dime algo Diana Milena: ¿No te cansas de estar mintiendo todo el tiempo? Siguiéndole el juego al deteriorado de Jorge Enrique Robledo Castillo, citando las idioteces de Gabriel Vallejo, y buscando como llamar la atención de Germán Vargas Lleras compartiendo sus trinos. Te veo con problemas algo económicos, pero esa herida que te estoy haciendo no se va a curar así de fácil. Y en ese trino, tu contestaste:
"Imagínense las empresas (micro y pequeños empresarios) cómo van a pagar mercancías o nóminas. Es que ni un carro usado se va a poder comprar, entonces. #TodoMal."
Cuando veas con tus propios ojos la prohibición total de las corridas de toros, no vayas a salir del país. Menos vayas a recurrir al suicidio porque no puedes vivir sin tu espectáculo. Quedó muy claro este asunto después de más de seis meses, y que cometieras el error de quedarte fría como el hielo ante mí. No vale la pena que busques un desquite conmigo, y eso de envolverte como un “opositor” tampoco te servirá de nada. Quieras o no, Colombia cambiará para bien, no importa las decisiones que se tomen. El mundo observa como este país se reformará en todos sus flancos y aspectos, mientras que tú te quedas atrás a un costado, buscando recuperar lo indefendible. Esta es y será la gran voluntad del ente, aunque no estés de acuerdo.
Ya queda poco tiempo, y no puedes hacer nada para aceptarlo de buena manera, y resistirse no es algo que quieras hacer.
Te recomiendo rendirte de una vez, pequeñita. No Importa cuán alta seas.
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