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EL HOMBRE, LA MAYOR AMENAZA DEL PLANETA

Actualizado: 23 sept 2020

Con el desastre que hemos provocado desde la evolución, nos hemos encargado de destruir nuestro propio hogar, muchos no lo ven así porque prefieren más el dinero que los recursos naturales.


Hace meses presenciamos la quemada de la selva del Amazonas, y en ese entonces el Presidente de Bolivia Evo Morales ayudó a apagar el incendio con un avión que él mismo mandó. Pero ni Bolsonaro ni Duque el “presidente” de Colombia no hicieron caso a esta situación, y lo peor de todo es que la están deforestando para sus intereses empresariales. Sabiendo el daño que están haciendo al planeta, este no es el único incidente del que debemos preocuparnos.


¿Qué demonios estamos haciendo con nuestro planeta? Lo estamos matando, y estamos a un paso más de la extinción global. Pero a unos pocos eso no les importa, porque prefieren vivir de los hidrocarburos que de los alimentos que los mismos campesinos han cosechado durante siglos para sobrevivir, y el cambio climático ya es un tema importante a debatir, y como dije, hay pocos que no les interesa eso.


Llevo cinco años escuchando una banda de Estados Unidos (Cattle Decapitation) y ellos son conscientes del daño ambiental, animal y global que estamos causando en el planeta, hemos traído de vuelta a la plaga, hemos de fracasar en este maldito mundo, hemos de sufrir por las acciones de los demás porque destruyen el medio ambiente, cazan animales y los presumen como trofeos. Pero en un mundo paralelo, esos mismos animales que hemos asesinado, serían los regentes de este planeta y ellos si los cuidarían, pero los estamos matando sin piedad alguna.


Estamos ante un cataclismo que no podemos negar al secar nuestros ríos, al cazar los peces, al dejar estéril la tierra, y mientras una parte de la juventud está concentrada en tener citas, presumir sus fotos en Instagram y tener una neurona por postear cualquier idiotez, los demás estando defendiendo el planeta de su destrucción y también de nuestra extinción. La biodiversidad se está perdiendo en el cemento, tal como lo hizo Enrique Peñalosa Londoño, un dendrófobo que sufrió matoneo cuando era pequeño y su desprecio por el medio ambiente fue heredado de su padre, otro dendrófobo que debió ser linchado por acabar con el campesinado colombiano en los años sesenta. Y sí, debió haber pasado eso, pero como los cobardes que son el apellido Peñalosa escapó de Colombia y sin pagar por sus crímenes.


Pero la esterilidad de los suelos colombianos se debe a una o más personas que han embobado al colombiano promedio con sus falsas promesas. Álvaro Uribe Vélez, un enano con traumas paternales que durante 8 años de presidencia destruyó el país, acabando la naturaleza entregando sus suelos a las multinacionales para que hagan trabajos de minería y fracking, pero no le bastó para sus pupilos presidenciales, quienes tienen en el olvido a la agricultura y al medio ambiente con sus actos avariciosos de terminar lo que Uribe dejó comenzado con esos dos temas.


Nadie escucha, nadie ve y nadie siente con lo que nos está diciendo el planeta, ¿quieren la extinción total? Es lo que quieren esos pocos que no dejan avanzar Colombia, pero ellos no son los únicos que quieren destruir el planeta, tenemos a Estados Unidos quienes antes colaboraban con la lucha del cambio climático, pero eligiendo al impotente sexual y cerebral de Donald J. Trump en 2016, hicieron que las cosas se pusieran feas y prefiriera salirse de esa cumbre y preocuparse más por sus intereses personales.


Entonces, si llegamos al 2050, ya tendremos los polos derretidos para ese entonces, será peor el uso de plásticos y que lleguen a los mares, incendios por todas partes y el agua contaminada. Mientras tanto, esos burócratas que solo piensan en dinero e hidrocarburos seguirán matando al planeta con las maneras clandestinas de ver sufrir a la especie inferior. Y no nos digamos mentiras colombianas y colombianos, a ustedes les da pereza defender su tierra, ya que se amañaron al conformismo de esos mismos que quiere perdurar en el congreso eternamente.


Imponer un continente de basura, comer carne defecada mientras esta misma respira por sus orificios, estamos ante la devolución del hombre y no traten de evadir esto mientras lo leen, lo piensan y lo analizan, porque el remordimiento los acecha. Mientras están en un jardín preguntándose porque lo hicieron, porque lo permitieron y no saben lo que provocaron globalmente, y dizque teniendo la promesa de que obtuvimos los cielos, pero estamos atascados en el infierno. Conmovedor saber que nosotros los seres humanos somos esa plaga que ha acabado el reino animal, vegetal y por ser obsesivos con las energías fósiles donde la mayor consecuencia es respirar un aire contaminado del que no podemos escapar.


No son suficientes el esfuerzo de algunos de reforestar el planeta, porque la mayoría de sus suelos son infértiles gracias a esos que no quieren un aire limpio y prefieren mantenernos comiendo carne de res. ¿No es así José Félix Lafaurie y María Fernanda Cabal? Los mayores paraganaderos y dueños de tierras robadas de campesinos inocentes, dueños de Fedegan. Y para los que no estén enterados, hace meses hice una pequeña columna hablando de ellos dos.


Quienes estén interesados en leerlo, háganlo por el flayer que verán ahí: http://ednegro.blogspot.com/2019/06/cabal-de-lafaurie.html


Es totalitario esta situación, pero qué más quiere el ser humano para que piense y reduzca el cambio climático en el planeta. En una situación así dejaría que todo se quemara y que se vayan al carajo las especies animales y vegetales. Pero los que cosechan la comida siendo asesinados por unos cuantos que quieren sus tierras para contrabandear droga o rociarlos con glifosato. ¡Ah! Y ustedes pensaron que no tocaría ese tema, otro cáncer que está acabando con la salud de los campesinos, que no tienen otra opción para aprovechar bien esa tierra y olvidan que es mejor cosechar comida y acabar con el narcotráfico en general.


Estamos ante una mutación insistente, en donde preferimos cuidar a un excremento humano que nuestra naturaleza, nos devolvimos a los primates que descubren el monolito de la humanidad o inhumanidad, ¿Cómo quieren catalogarlo ustedes? Y mientras observan la estampida del carbón y de la gasolina, nos seguimos condenando a ese retroceso eterno, y sin que alguien nos ayude a salir de ahí porque estamos tan bloqueados por nuestras propias acciones que nos queda grande pensar en grande.


Las cosas como son, así se ofendan…


Y decimos, aquí vienen los que estábamos esperando, los que destruirán la tierra, los que traerán guerra y pestilencia, los que traerán hambruna y muerte. Nosotros no merecemos una segunda oportunidad, no merecemos represalias ni perdón por todo lo que hemos hecho durante los últimos 100 mil años, y no nos cabe en la cabeza que el lugar donde hemos habitado todo ese tiempo los estamos asesinando, y lo hemos usado para matar a los nuestros, y dejar a los que vienen un testimonio indestructible de una sociedad que perduró en la maldita miseria, en otras palabras, somos hombres y mujeres que retrocedimos gran parte de la evolución humana.


Ahora, nuestros cuerpos están infectados por ese aire sucio, por el hedor que los cadáveres dejan, por el plástico que usamos, y puede que en el futuro no haya nada que defender y proteger porque ese mismo plástico habitará el planeta y nosotros llenos de ella, y naturalmente nos enseñaron a destruir la tierra, pero no todos tenemos esa tendencia, ¿quién sembraría los árboles? ¿Quién protegería los animales? ¿Quién cosechará nuestros alimentos?


Y en esta misma situación, ¿quién limpiará la montaña de basura que nosotros mismos hemos creado con el desecho de plásticos, componentes tecnológicos, pilas y aparatos electrónicos? Felicidades hombres y mujeres en general, este también es otro problema a resolver. Si tenemos el tiempo de arreglar los errores de los demás, evitaríamos que la misma muerte nos ahogue con su cuerda mientras nos saca esa alma corrupta en nuestro interior y que hemos resguardado desde que nacimos. Porque somos billones de misántropos, dendrófobos y egocéntricos protegiendo las innumerables bacterias que tenemos a nuestro alrededor destruyendo el planeta.


Así que tienen dos opciones, o defendemos el planeta en el que vivimos, recuperamos nuestros ríos, salvemos nuestras especies animales, reforestaremos el planeta, salvemos los polos del calentamiento global y evitamos la extinción global. O traemos de regreso a la plaga y obligamos a esos indolentes a que caben sus propias tumbas y sin misericordia alguna los empujamos y nosotros mismos los enterramos con esa misma tierra que ellos mismos destruyeron con sus avaras decisiones. Y un ejemplo perfecto es el señor Alberto Carrasquilla, Enrique Peñalosa, Álvaro Uribe Vélez, Donald Trump, Iván Duque, Luis Carlos Sarmiento Ángulo, entre otros más que destruyeron el planeta con sus ambiciones. Y amenazaron al mundo con su destrucción, y les guste o no es algo que no podemos dejar ni pasarán de este agache. Pero los tibios, tampoco se van a salvar de esto, serán los próximos en destruir la tierra con su forma de pensar y no lo podemos permitir.


El ser humano que es nocivo, mefítico, corrupto, debe ser erradicado de nuestra existencia, y no solo para bien. Ya que ellos son los que iniciaron el final de nuestros días talando, matando y destruyendo la tierra, y la excusa es que es mejor vivir del petróleo, de la gasolina, o de las armas nucleares. Otro cataclismo que puede llegar después de que ya no estemos aquí, otra calamidad que debemos evitar, otro problema a resolver antes de que seamos nosotros o algún asteroide acabe con nuestra existencia, los volcanes, los terremotos, tsunamis, huracanes, ciclones, o hasta la misma capa de ozono nos advierten de que cuidemos nuestro planeta.


Siembren sus propios árboles, cuiden a los animales, limpien los ríos y mares antes de que la naturaleza nos asesine totalmente. Ya ha pasado y nos ha perdonado, pero habrá un momento en el que desaparezcamos del todo, estamos advertidos ante este problema. Y como se mencionó antes, estamos un paso más cerca del fin del mundo, y exigir a la humanidad cerrar los mataderos y comer carne humana.


No lo digo yo, pero en Suecia hay un científico que lo sugiere para preservar la especie. Así que… Esto queda a su decisión final.


La supervivencia o la extinción manufacturada que nos espera… ¡Decidan! Y por favor, no asesinen con pesticidas a las abejas, ellas hacen que el planeta tenga vida.


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