Narrando la brutalidad de un personaje que le gusta ver sufrir a los demás, pero no le gusta ser criticado por sus opositores, y cree que seguirá viviendo en la impunidad. Ya veremos quien es el que ríe de último.
Aquí el señorito insiste, en que, gozando de su impunidad en Miami, se va a poder salir con la suya, pero no es así. ¿Qué problema tiene el señor Gustavo Adolfo Rugeles Urbina para ser una completa basura con las mujeres al golpearlas, calumniarlas y hablar mal de ellas desde su pasquín llamado “El Expediente”? Un neonazi de poca monta que apoyó la idea de la “Revolución Molecular Disipada”, creado por el neonazi chileno Alexis López, donde algunos de los colombianos se burlaron de las palabras que Álvaro Uribe Vélez dijo en los sucesos del Paro Nacional en el año 2021. Sin embargo, no puede dejar de ser un mentiroso y un completo cretino que en el fondo desea convertirse, porque no puede dejar esa sumisión ni esa altanería que lo ha caracterizado al golpear a las mujeres con las que tiene una relación.
¿Te crees intocable Gustavo? El señorito, el princeso se convence de que posando en sus fotos con gafas oscuras ya es un galán, se burla de la justicia colombiana porque no es capaz de soportar con pruebas las calumnias que siempre ha publicado en sus redes, ni tampoco tiene la suficiente testosterona para rectificar sus embarradas. Así es, en el mes de agosto del año 2020, estaba procesado por el delito de violencia intrafamiliar, pero el juez 13 de Conocimiento de Bogotá, prefirió absolverlo de sus delitos. Ese proceso penal debería abrirse, pero el cobarde prefiere esconderse.
El siguiente vídeo expone la clase de persona que es:
Es un experto calumniador que goza de ver a Colombia sumida en la represión, el narcotráfico y la misoginia. Este señor, aparte de ser un adicto empedernido, prefiere glorificar los hechos de la Segunda Guerra Mundial con sus esvásticas, como su colega fascista, del que hablamos la semana pasada. Se puso de chistoso a calumniar a una activista de la ciudad de Cali llamada Michelle Obando y, ella, lo denunció penalmente. Luego de eso, rectificó y dijo que tenía pruebas contra ella; pero, el pasado 1 de mayo de 2022 denunció penalmente a la señora Francia Elena Márquez ante la Fiscalía por sus falsos y peligrosos señalamientos que se vieron configurados como “órdenes para grupos como Primera Línea y ELN.”
Mi pregunta aquí es: ¿Gustavo Adolfo no pudo inventar algo mejor en ese entonces? Sí, ya sabemos que le gusta ser un adicto a la droga y a las difamaciones, pero es obvio que solo goza de su única neurona porque no puede decir algo realmente coherente. Es un niño que se cree periodista, y podemos apostar que sus títulos son tan falsos como una moneda de cuero, y así lo esté leyendo pequeño machista, usted no tiene el valor suficiente para mostrar su verdadero rostro y su falta de hombría es evidente. ¿Tanta es su obsesión por el señor Petro y el señor Benedetti? Ahora entienden el porqué de su reprimida orientación. Lo que no nos queda claro es lo siguiente: ¿En qué quedó lo ocurrido entre usted Gustavo y la señora Johana Fuentes? Nadie olvida, nadie perdona sus acciones ni sus embarradas, pequeño arrogante despreciable, que solamente a usted le cabe en la cabeza, meterse con mujeres e inventa todo tipo de mentiras para que las bodegas uribistas le hagan caso, debido a su corta memoria y su modo de adoctrinar. Seguro usted es de esos pocos que desean que regresen los campos de concentración para así presumir de su uniforme neonazi que tiene guardado en su armario. ¿No es así?
Su esposa (si es ella que todavía está con usted), la señora Marcela González, lo denunció en el año 2017, porque usted la agredió física y psicológicamente. Seguro usted estaba drogado o ebrio cuando atentó contra ella, por más que esos medios tradicionales salgan a limpiar su hedionda reputación. ¿Verdad? Me puede decir que yo no soy una “blanca paloma”, pero yo al menos no me rebajo a mentir en mis escritos, debido a que tengo una habilidad mejor para escribir que usted, y aquí se lo estoy demostrando sireno uribista. ¿Muy hombre para meterse con alguien de su propio género? O prefiere esconderse en su madriguera que llama “penthouse”. La valentía de un pusilánime, disfrazada de “respeto y honor”. A ella fue quien le enseñó el "ultraconformismo", por el simple hecho de tener el cabello plateado. ¿No es así?
Entre tantas mentiras que ha dicho, aquí le pongo de ejemplo varias menciones suyas:
“Señor Benedetti, ¿Es verdad o no que en días recientes tuvo un incidente violento en el que la señora Verónica Alcocer tuvo que intervenir? ¿Qué opinan Gustavo Petro, su hija, la señora Verónica y demás compañeras de lucha de ese episodio?”
“Gustavo Petro y Francia Márquez son una amenaza para Colombia y también lo serían para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la región. Sus relaciones con dictaduras son de interés transnacional. Los ojos del mundo encima del “Pacto de la Picota”. Ojo #PetroVideos”
“Periodismo de carroña, la escuela de Coronell y Guillén.” Citando un trino de Gloria Vanessa de la Torre.
Y una mujer, mencionó en Twitter que estudió con usted, le manifestó al señor Benedetti que usted es considerado bisexual. Aquí el trino:
“Armando Benedetti. Yo estudié con Gustavo Rúgeles y siempre creímos que era Bi. Lo mismo decían en el barrio donde vivía él.” Att: Baraka (@Baraka1967)
¿En verdad creyó que el pueblo colombiano olvidaría lo que usted hizo? Saliendo campante de un estrado judicial, con su traje de corbata azul y camisa, y con un ojo medio morado, no lo hace impune de sus delitos, pequeño patán y cobarde. Un adicto a la guerra, dice que sus opositores son quienes ponen en peligro al país, cuando el uribismo ha gobernado por más de 20 años y siguen queriendo más sangre y más droga para seguir contaminando la mente de los colombianos con sus desbaratadas mentiras y discursos quemados. ¿Tan bajo es su intelecto Gustavo? No hay que responder a eso, ya quedó más que probado.
Usted y sus cadenas de WhatsApp no dejan de sorprender a los colombianos con su desinformación y su falta de inteligencia. posiblemente usted presentó el Icfes y le fue tan mal, que de seguro demandó a la entidad como el buen criminal que siempre ha sido. ¿Teme a la verdad? Sí, le teme, y más, a una persona que puede ver a través de sus ojos lo que ha hecho en su miserable vida. Puede decir que está “tranquilo”, pero los fantasmas del pasado a usted tampoco lo dejan dormir, como a su imputado expresidente Uribe. Alguien que se cree macho de lomo plateado y es una completa floricienta cuando se trata de pedir disculpas, cuando es demandado. Por cierto, ¿Se sigue escondiendo de la justicia luego de que el señor Petro haya ganado la presidencia de Colombia? Puedo oler su miedo desde aquí.
Un paramilitar más con la mente cerrada fingiendo ser algo que no es. Pregunta: ¿Para qué sirve realmente esa Agremiación Iberoamericana de Prensa (AIPICOL)? Conteste a las preguntas Gustavo. De seguro usted usa esa “agencia” como base de operaciones para exportar cocaína, y no hay pruebas de eso, pero tampoco dudamos de su reputación como fiel sirviente del neonazismo colombiano. El que anda siguiendo las doctrinas del “Enemigo interno” mientras publica y difunde mentiras desde su canal de Telegram. Da es pena ajena, machista reprimido que no puede ni siquiera salir del closet. Usted puede responder a esto con otra columna, veo más allá de los hechos, mientras va delirando con su “petrismo” en su blog pasquín.
¿Dolido por tantas verdades que quiere ocultar? Seguro su diminuto miembro y su cerebro no pueden procesar todo su pasado, porque prefiere camuflarlo con una línea de droga, ¿no es así? Debe ser desconcertante saber que no puede ganar esta pelea, ni haciendo denuncias por “amenazas” ficticias que usted mismo se está inventando. El patético argumento de un “hombre” que no desea ver un cambio para Colombia, quiere seguir viviendo en el pasado y ver una dictadura perfecta con sus amigos y ver las cabezas empaladas de sus contrincantes. Sueña despierto el niño reprimido que no tiene la capacidad de pedir disculpas por sus calumnias. Seguro contrata al tinterillo de Abelardo de la Espriella, y termina perdiendo el juicio, como siempre.
Usted es un monstruo con un computador inventando montajes, sin decir la verdad que el pueblo ya conoce. Su pasquín, El Expediente es una burla más de ese periodismo colombiano burdo y mentiroso que ha gobernado desde que Uribe Vélez llegó a la presidencia ese nefasto 7 de agosto de 2002; lo peor, es que usted goza esos millones que le dan de regalías el uribismo por compartir mentiras a través de su burbuja llena de arrogancia e indigencia mental. ¿Cierto? Otro arrebatado por la droga que desprecia el arte, la lectura y el conocimiento, se la pasa en bares de la comunidad LGBTI para disimular que está haciendo “investigaciones”. No quiere atreverse a tanto, porque se perturba.
Entonces, señor provida con doctorado en justificación de masacres y experto masajeador de pelotas, ¿Está molesto por decirle todo lo que es en realidad? Y no fue capaz tampoco de contestarle al señor Benedetti si estaba enamorado de él, porque prefiere huir y seguir insultando mujeres a través de Twitter. Resultando ser un completo farsante, que necesita dólares y toneladas de cocaína para sentirse tranquilo, pero hasta la misma pandemia lo golpeó tan fuerte, que ahora de seguro está debiendo dinero a mafias internacionales. Y puede decir que estoy “loco”, y reírse todo lo que quiera, pero al final ya veremos quién es el que irá preso por todas las denuncias que tiene encima.
Adelante Gustavo Adolfo. Burlarse es lo mejor que sabe hacer, y decir mentiras le queda perfecto para alguien que puede llegar a usar ropa interior de mujer sin que sus amigos se enteren. ¿O no es así? Mirando entre sus perfiles falsos a quien atacar, activistas, influencers, y hasta personas que leemos historia de Colombia. Su más grande miedo es ver un pueblo educado, que conozca la realidad de su historia, que, para su bajo coeficiente intelectual, es un veneno tortuoso y necesario que tarde o temprano usted se someta a ser un imputado, y luego ser un presidiario más del establecimiento colombiano.
A punta de perfilaciones no se cansa de ser un mitómano más, y ese desprecio por la humanidad lo vivió desde pequeño. Tuvo un padre alcohólico, y una madre que tuvo que soportar el machismo de su pareja y maltratador al mismo tiempo, y eso a usted lo traumó de por vida. ¿Qué va a hacer pedazo de escoria chantajista? Sus amenazas no funcionan conmigo ni con quienes atenta en su fachada que llama “periodismo”. Su falacia por discriminar a los que queremos un cambio con ese cuento del “comunismo” y “castrochavismo”, ya está mandado a recoger desde hace mucho tiempo, y no creo que usted por las buenas quiera entender eso.
Yo sé que ha visto mis comentarios y ha hablado mal de mí, porque me ve como un rival muy poderoso, y, ¿Adivine qué? Las cosas se le salieron de las manos, y hay muchas mujeres que quieren verlo tras las rejas, siendo azotado por dos reos que gustan de cometer actos indebidos con personas miserables como usted. Yo lo veo en ese lugar adolorido, humillado y vestido de naranja, por todo lo que ha hecho. ¿Piensa que esto es fanatismo? No, no es lo que usted siempre ha criticado, es la verdad que tanto desea escuchar y el estar rodeado de mujeres lo hace ser una persona muy vulnerable. Seguro hasta se le moja la canoa.
Concluyendo esto, le hago la última pregunta: ¿Cuánto tiempo cree que le queda de libertad, antes de que cometa un último y grave error? Entre usted y sus amigos pseudoperiodistas no van a poder detener lo que viene para Colombia, ni menos van a poder parar a los que exigimos un cambio para el país. Todo está en contra suya, Gustavo Adolfo. Nosotros, los que usted tanto detesta, hemos visto el final de esto, y va a caer preso. A menos que algo llegue a tocar a su puerta, y le den un ultimátum a su despreciable forma de ser.
Dígame, ¿Está listo para afrontar su destino sin droga ni tendencias nazis?
El oso está en ese territorio que usted defiende ahora.
Te querían linchar las mismas que hoy callan ente escorias como Gustavo Rugeles. No son Feministas, son oportunistas vividoras de la plata del erario publico.