Costumbre que tienen los colombianos de ser incapaces de afrontar los problemas del país, y llevan veinte años pensando que toda la corrupción no va a ser eliminada, porque según ellos, nada va a pasar.
Si hablamos hace un tiempo de la misantropía en Colombia, he aquí a su pareja, el derrotismo. Esa sustancia tóxica que hace parte de una premisa del ser humano que les dice “no eres capaz, es imposible, la batalla está perdida de antemano”. Ustedes lo ven perfectamente y se acostumbraron a ello colombianos, ustedes con sus grandes problemas y pensamientos pequeños y pobres, permiten que ciertos personajes en Colombia hagan lo que quieran, ya que unos peleamos por nuestros derechos y ser un país libre, mientras que el que trabaja, le da igual todo lo que pase.
Ustedes, se acostumbraron a las costumbres de sus familiares derrotistas que se negaron y se arrodillaron ante esos entes que los hicieron sufrir generaciones anteriores. Como cobardes, ven como este país se cae a pedazos, y mientras tanto, cargan con ese peso de la derrota. Un peso que no pueden quitárselo, porque no tienen el valor suficiente ni las suficientes agallas para enfrentar a las sectas institucionales que reprimen y asesinan a todo el que piensa diferente.
Ustedes que viven en conformismo han demostrado que llevan en la sangre el fracaso de todo un gobierno donde las mismas familias han gobernado, no son capaces de leer ni de informarse, no son capaces de ver más allá de lo acostumbrado, no son capaces de quitarse esa venda que los ha azotado durante siglos y creen que una estatua de yeso colgado en una cruz los va a salvar de su inevitable destino. Con esas actitudes pesimistas, que los hacen sentir pequeños e insignificantes, incapaces e inseguros de cambiar su forma de ser.
Viviendo en montañas de basura, celebrando su propia pobreza, su fracasado futuro, vean como son de insignificantes ante los demás países, y ante los más desarrollados y mientras tanto, el colombiano se distrae con noticias falsas en Facebook, cadenas falsas en Whatsapp, y creyéndose lindos con esos patéticos filtros que hay en Instagram, cuando son una sola empresa que los manipula, roba sus datos y mientras le dan acepto a sus condiciones de privacidad. Es ahí donde ustedes se sienten más derrotados por su estupidez.
Con el derrotismo, consiguen ustedes, quienes sufren de misantropía, conformismo y negación, es que no haya ánimos para salir a protestar en Colombia, porque son los tibios y los uribistas, ambos de la misma secta, quienes dicen a los demás con sus argumentos que no vale la pena luchar por un país mejor. Lo que hacen es desanimar al resto de sus habitantes para que sigan con esa mentalidad de que todo está perdido, pero ni siendo capaces tampoco de mirarse al espejo, ven como son ustedes en realidad.
Tirando de la cisterna, lanzan sus sueños y su pequeño cerebro a la deriva a ver como su traición por el optimismo se vuelve evidente y viable por la esclavitud de muchos que practican esta facción ideológica, adoctrinados por la dictadura moral de unos, y ese don nadie llamado corrupción, que vive de la sangre, de la guerra y del narcotráfico, esos colombianos es lo que ustedes han defendido durante 200 años de historia donde el derrotismo es un mal que ha vivido desde nuestra independencia.
Se odian el uno al otro, se traicionan el uno al otro, y no necesitan de talento para saber que han sido parte histórica de un árbol que los ha corrompido desde tiempos inmemorables, tiempos que ustedes prefieren olvidar, porque no leen, ni estudian, ni mucho menos cuestionan. Porque su negativismo los lleva a eso, a vivir como perdedores en una tierra que les fue arrebatada por unas personas que solo quieren saciar su sed de avaricia, mientras ustedes viven derrotados en la miseria, en la cobardía y sus hijos aprendiendo sus pésimas costumbres.
No parece que ustedes quieran cambiar, le hacen juego al MOIR para que se dejen convencer de sus doctrinas, de su derrota moral y les hace ver que son sus salvadores, ¿No es verdad? Pueden negarlo todo lo que quieran, pero es algo que ustedes han tenido siempre, desde su nacimiento, ese ente oscuro que los hace creer que van a perder, que van a fracasar, porque eso es lo que él gobernó quiere, mientras terminan de robarse todo lo que queda, ustedes se pelean entre sí mismo y ven una derrota absurda, torpe e infelizmente triste.
A menudo van adhiriendo esas connotaciones negativas que los llevan a ser seres imperdonables, abominables por dentro, colombianos que viven aislados de la verdad y comen cuento de lo que muestran en una caja resonante de mentiras llamada televisor. Que antes de que fuera asesinado Jaime Garzón, nos dejó dicho que los jóvenes somos los que debemos salvar esta patria, pero el enemigo del estudiante, el policía paramilitar se adueñó de las calles y son una bestia vil que les ha quedado grande domar, porque les hace falta bastante valentía para enfrentar a esos asesinos con uniforme.
Tanto así es el fracaso del colombiano misántropo, cobarde e impotente no cumplir el sueño de muchos, y de ser libre de una jauría de perdedores que les impregna esa personalidad derrotista que muchos hoy en día tienen porque en redes sociales lo ven de esa manera. Y no me estoy equivocando en eso, los he visto, pero ciertos personajes esconden esa negación y creen que va a permanecer oculto para siempre. Y con esos mismos pensamientos emanados del derrotismo, viene la depresión, la ansiedad, la culpa, el enojo, la desesperación y esa frustración que ha ustedes no los ha dejado avanzar.
El todo o nada, la sobregeneralización, ese foco negativo que ustedes tienen cuando algo extraordinario sucede, y tienen el descaro de descalificar el lado positivo de las cosas. ¿No es así colombianos? Tienden ahora los sectarios tibios a decir que Gustavo Petro es un veneno para Colombia, pero ellos son ese veneno cobarde, sin argumentos y miserable que quieren verse como salvadores, sabiendo que su era está empezando a morir, junto al uribismo.
Ellos son tan predecibles en sus bodegas que no tienden a entender que el mundo ya no es como lo pintan, y todo eso caerá junto a su derrotismo insensato que ha manchado la moral y la felicidad de cada colombiano al que se ha vivido rodeado. Es la deducción más importante que he visto, y bastante he abierto los ojos para ver las cosas como son en realidad, pensé en todo y al final entendí quién es el verdadero enemigo aquí, y ya sabiendo que el derrotismo que hay en lugares como el Centro Democrático, el MOIR y el Partido Verde, es donde más se ve efectuado ese veneno moral, inerte e incapaz de conseguir la paz interior. Por lo tanto, ustedes quienes leen esto ahora mismo, deben saber que estos males son los que matan y deforman la sociedad colombiana. Viviendo del fracaso eterno, de la eterna derrota del cual están acostumbrados y ustedes, como si nada no hallan ese componente que los libren de ese problema.
Para agachar la cabeza y que les digan la verdad son verdaderamente malos para admitir sus errores, ni un milagro divino los va a salvar de sus problemas económicos, culturales, y psicológicos. No ven la verdad como los demás la vemos, porque no lo quieren asimilar, y prefieren que una persona buena, de cabello rubio y ojos azules los saquen de esa realidad donde ustedes no son ni serán capaces de enfrentar esos acontecimientos.
Rectificando que somos animales que descendemos de los primates, somos tan falsos que somos incapaces de capacitarnos a sí mismos y de elevar nuestra vida mecanicista a estados mucho más superiores. Nos observamos, pero criticamos al otro y no nos criticamos a nosotros mismos ni mirándonos al espejo, porque somos unos cobardes, un estorbo que va camino a la aniquilación del ego mismo de esa personalidad derrotada que tanto defendemos.
Hasta para el amor, actualmente es una de las derrotas más grandes que uno puede tener, ves a esa persona especial que tanto quieres, que tanto llegas a amar. Pero cuando llega el momento de decirle lo que sientes, ella o él te mira con esa derrota y les dices que te quiere como amigo, o que no eres su tipo. Lo sé, no soy el único que ha pasado por eso, ni más, ni menos, ese derrotismo se ve hasta en el amor, un sentimiento que tanto construcción como destrucción se ha visto en una relación. Y al ver esa lagrima de decepción, ves a esa persona a la cual nunca podrás superar irse con alguien más, y viviendo una realidad donde la derrota la ocultas, y la disfrazas de ilusión y optimismo, cuando es en realidad locura y desesperación por ver que esa persona te acepte.
¿Cierto? Y cuando te camuflas en el derrotismo, ves como pasas por la tristeza, te deprimes y sin hacer nada, te resistes a seguir adelante y optas por suicidarte. Siempre, y desde mi punto de vista concluyo que el amor te lleva a vivir en la derrota porque quieres que cambies por esa persona, pero no quieres ser aceptado tal y como eres. Ustedes lo pueden negar todo lo que quieran, pero esa angustia derrotante los delata, y no les conviene ser sinceros. Con solo mirarlos a los ojos es más que suficiente para saber las cosas que han hecho por amor…
Corazones rotos, cerebros hechos cenizas, moral totalmente destrozada, y creen que el malo es uno, cuando en realidad los derrotistas viven a tu alrededor y te han contagiado con esas energías. Con ese fracaso jamás tendrán a esa persona que siempre los va a querer, porque es el amor una debilidad que te acaba por dentro, pero te niegas a admitirlo, porque tú derrotas al optimismo con tus argumentos hediondos de veneno puro, más tóxico que el de una cobra, y más ácido que el de un dragón negro.
Viendo las cosas como son, ya son tres factores negativos que Colombia debe superar, sí o sí. El conformismo, la misantropía y el derrotismo deben morir en el país, empezando por esos seres que ríen y tienen esos pensamientos tibios y sectarios que no te dejan progresar, tal es así tu fracaso en la vida hecho una columna. Es tan claro, evidente, obvio, que el problema aquí eres tú mismo que fracaso tras fracaso te sientes de esa manera.
Viviendo todos los días, como un cobarde…
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