Con el asesinato de su padre en el municipio de Soacha hace 35 años, ese mismo día murió el partido Nuevo Liberalismo. El hijo mayor cree que puede revivirlo con el aval que tiene, pero lo convirtió en un mercader de los mismos que mataron a su padre, y en un medio influenciado por el sionismo de Israel.
Tras el asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, su hijo mayor, Juan Manuel Galán Pachón de forma traicionera apuñaló los ideales de su padre al entregarle las banderas del Liberalismo a César Gaviria Trujillo el día 21 de agosto de 1989, demostrando que solo estuvieron empeñados en conseguir dinero y poder bajo el apellido de su propio padre. Y así lo ha mantenido por años, para poder darle tranquilidad a su señora madre y a sus dos hermanos, uno de ellos, alcalde actual de Bogotá que está siendo duramente cuestionado por los ciudadanos y las acciones que ha gestionado, mientras expone su aporofobia hacia los más pobres del país. En fin, el apellido Galán siempre ha tenido esa tendencia de ilusionar a sus seguidores con falsas esperanzas y el no poder aceptar que son unos mantenidos del Estado colombiano. Esto fue lo que usted dijo en esa época:
“Quiero pedirle al doctor César Gaviria, el nombre del pueblo y en nombre de mi familia, que en sus manos encomendamos las banderas de mi padre.”
Y hace seis años decía que se arrepiente de haber hecho tal acto. ¿Cierto? Ahora que tienen la personería jurídica del Nuevo Liberalismo en sus manos, solo desean que la presidencia sea de ellos, porque creyeron haber nacido con esa idea. Nunca han sido parte del pueblo colombiano, porque la mayoría de nosotros tenemos memoria y sabemos lo que hicieron para su beneficio propio. Un ejemplo de ello son esos contratos que anteriormente se han mencionado y que han conseguido gracias a la Fundación Luis Carlos Galán. Bueno, para Juan Manuel eso nunca fue suficiente para sus ambiciones de poder, y quería ser el candidato presidencial de la coalición Centro Esperanza hace dos años, pero ese segundo lugar lo frustró aún más, y con una votación de 486.808 votos y un porcentaje del 22,55%, no le quedó más opción que apoyar a Sergio Fajardo para la primera vuelta presidencial. Y todavía sigue llorando por esa derrota política.
No obstante, en plena campaña electoral, los hermanos Galán tomaron la decisión de apoyar a Rodolfo Hernández con las banderas del Nuevo Liberalismo. Obviamente ellos necesitaban retribución y asegurar algo para su apellido en caso de que él ganara la presidencia. Por algo se defendió de las críticas cuando tomó esa decisión y las redes estallaron en su contra, sabiendo la corrupción en que en ese entonces él estaba involucrado, pero aún así eso no le importó a él ni a sus hermanos. Estaba claro que desde la muerte de su padre traicionó sus ideales cuando fue llevado al hospital de Bosa estando con vida, y después trasladado al hospital de Kennedy, donde murió a pesar del esfuerzo médico... ¿No es así, Juan Manuel? Eso es lo que la historia dictamina.
En la red social Twitter se publicó lo siguiente:
“#NuevoLiberalismoDecide Sin ningún tipo de acuerdo burocrático o contraprestación de ninguna índole y las razones expuestas, en Nuevo Liberalismo ha tomado la decisión de votar en segunda vuelta por el ingeniero Rodolfo Hernández.”
Luego de eso, agregaron lo siguiente:
“Rodolfo Hernández representa la emoción de centro que no quiere continuismo Uribista ni cree en la propuesta de Gustavo Petro. El Nuevo Liberalismo jamás abandonará el espíritu crítico y el derecho a oponerse a aquello que no compartimos ni le conviene al país. ¡Cuente con nosotros!”
Ante la decisión de apoyar al candidato con el que se enfrentaría el hoy presidente de Colombia, en su red social comentó de forma contundente la decisión de los hermanos Galán:
“De la coalición de la esperanza el sector más retrógrado resultó ser el de Galán; los que votan en blanco deben ser respetados en su decisión; la mayoría tomó posición a favor de nosotros.”
Y no le bastó manchar la memoria de su padre con esa fatídica decisión, porque se acostumbró al clientelismo político. ¿Verdad, Juan Manuel? Dice que mantiene las tradiciones del Nuevo Liberalismo, pero aquí veo a una persona que quiere seguir viviendo de un apellido que ya está muerto desde hace más de 30 años, y no aprenden a aceptar la realidad. Se sintieron manoseados por el poder y la corrupción, porque eso es lo que predomina en su partido político y eso demostró que quieren ver por fuera al presidente Petro con sus discursos baratos y su búsqueda de gobernar a Colombia. Los tiempos han cambiado y el mayor de la familia Galán se convirtió en la entidad de la muerte.
Debe ser difícil lidiar con esa carga política, pero solo veo a un oportunista que simplemente usó la muerte de su propio padre para manipular a sus votantes y por años eso le funcionó, pero todo eso se cayó en los últimos años cuando decidió estar del lado del poder, la corrupción, la indolencia y los beneficios personales. De hecho, eso mismo buscó en vida Luis Carlos para darles a ustedes lo que tienen actualmente y pagó las consecuencias. Pero lo que le voy a decir aquí lo va a dejar completamente más dañado mentalmente a como ha estado actualmente con ese oportunismo político en el que se ha enseñado durante los 35 años que han pasado... El 9 de junio estuve en el Cementerio Central y visité la tumba de su padre, porque tenía una misión pendiente ese día. Hablé con él como si lo tuviera de frente mientras frotaba mi mano en su lápida. Le dije lo siguiente:
“Mire en los que sus hijos se convirtieron actualmente mientras usted está siendo torturado y sufriendo en carne propia por las cosas que hizo en vida. Debe estar muy decepcionado de ellos por tomar acciones que están en contra de sus ideales, pero no se preocupe por eso, voy a hacer que paguen por sus actos. No solo por el daño que hicieron en el pasado, sino por las cosas que han provocado en la actualidad. Ellos no se van a salvar de la ira del pueblo que presenció su traición.”
Debe ser desconcertante para usted y sus hermanos leer esto, Juan Manuel, pero ese fue el destino que ustedes mismos pusieron en sus vidas como prioridad principal y ser personas decentes. No quisieron seguir ese mismo camino, porque el dinero cambia a las personas y eso se ha demostrado. Usted, más que todo, puede odiarme y pedir mi cabeza por ese discurso que le di a su padre mientras charlaba con él y percibía su dolor en el más allá, no ese infierno en el que los católicos creen porque tampoco hay un cielo al que ustedes van a ascender cuando dejen este plano terrenal. He visto cómo en su esencia carga con grilletes, cicatrices en su cuerpo, pidiendo ayuda para que acabe su sufrimiento, ese mismo sentimiento en el que ustedes tres lo pusieron cuando le dispararon en Soacha.
¿Creen que miento con esto? ¿Debo sentir pena por ustedes? Pero eso es lo que percibí en aquel momento, y no tengo que cargar con culpa alguna de mi visita a esa tumba. Juan Manuel, usted mismo convirtió el Nuevo Liberalismo en una versión grotesca y neoliberal del Partido Liberal, pero hasta ellos, sus amigos de ese partido se sentirían ofendidos con esa comparativa, pero aquí se muestra como alguien que presume de una fortaleza que no tiene en realidad... Porque usted tiene miedo de no conseguir sus logros, y eso que a su hermano le ayudaron a conseguir la alcaldía de Bogotá con el fraude que la misma Registraduría ayudó a planear hace más de un año en las elecciones territoriales. ¿O me equivoco? No, los bogotanos más que todo presenciamos ese fraude electoral del cual ustedes se beneficiaron, y de forma descarada no quieren asumir sus responsabilidades, porque nunca en la vida se han esforzado por conseguir algo propio...
Si cree que no he dejado las cosas claras, es porque usted es un inepto hasta para comprender lo que digo aquí, Juan Manuel, y sé que es alguien que no desea perder lo que su papá consiguió por parte del Estado con su magnicidio. Solo se esfuerza en preservar un apellido destruido, que no inspira a nadie y que los militantes de su partido se avergüenzan de mencionar por las faltas que le han hecho a la memoria de su padre, otro ser despreciable que en su tiempo fue alabado como una persona que quería cambiar el país. Pero él tenía otros planes en mente para Colombia, mientras ustedes se enriquecían a costa de los más pobres. Eso fue lo que le vi a él en esa visita, y no me arrepiento de lo que le dije a él, porque sé cómo va a terminar el legado que ustedes mancharon con su propia incompetencia y va a ser de forma beligerante y humillativa su derrota en la política.
Sus comentarios hacia el presidente Petro han dejado bastante decepciones por parte de quienes votaron por su padre, porque han admitido que lo ven como una vergüenza, un oportunista y un traidor para el Nuevo Liberalismo que hoy finge estar lleno de pulcritud cada vez que da un falso discurso de victoria... En varias ocasiones ha atacado al presidente Petro porque no está de acuerdo con su forma de gobernar. ¿Usted esperaba que fuera igual a usted o a sus amigos de la oligarquía colombiana? Explica mucho su descontento con él, como si le hubiera quitado muy apreciado a usted y a su familia. ¿Le dijo la verdad en algún momento de su vida y no supo cómo procesarlo? En varios de sus trinos dedicados a él destaca la poca dignidad que tiene actualmente frente a su familia.
He aquí los trinos:
“Los agravios, las acusaciones y mentiras de Gustavo Petro y sus bodegas no sorprenden. Es mi obligación que el país sepa que escoger a Gustavo Petro es escoger la mentira. No estoy preocupado, ni siquiera con ira frente a sus falsedades. Estoy intensamente angustiado e inquieto para que el país no se vaya a equivocar en este momento crucial, en el que no podemos favorecer la mentira. Me consta personalmente, por el episodio que ustedes ya conocen, que Gustavo Petro dice mentiras y trata de engañar y camuflarse como una persona moderada, sincera, abierta y generosa; desafortunadamente, en la experiencia que hemos tenido en nuestras relaciones con él, demuestra que sería un gran riesgo para el país.”
“La «tibieza» diplomática del gobierno Petro para aplicar la carta democrática garantiza unas elecciones libres y justas en Venezuela.”
“Nunca pensé que Gustavo Petro traicionaría sin remordimiento alguno todas sus propuestas de campaña.”
“Romper las relaciones con Israel contradice nuestro interés nacional y compromete la seguridad del país. Este acto desestabilizador de Petro no solo ignora la diplomacia y el multilateralismo colombiano, sino que nos debilita geoestratégicamente.”
“El presidente Petro no es capaz, siquiera, de reconocer que es una contradicción afirmar que se construye democracia a punta de violencia y de armas. No, presidente, la democracia se construye desde la educación ciudadana y la presencia territorial del Estado social de derecho.”
“Detrás del triunfo de Petro está su alianza con las poderosas, traicioneras y corruptas oligarquías colombianas. Los une su adicción al poder, la dopamina, que les produce dar órdenes e influir en la realidad nacional desde la comodidad de los cerros orientales de Bogotá.”
“Le pregunto a los seguidores de Gustavo Petro si, ¿ser petrista es un acto de fe? Y si en esa lógica, ¿todo lo que haga es justificable? Porque si es capaz de garantizarle impunidad a la corrupción en campaña, imagínense lo que hará desde el poder.”
“¿Qué busca Petro con sus conversaciones con un condenado por corrupción? Su política de «perdón social» —sinónimo de impunidad— no es más que una hoja de parra para justificar conversaciones non- sanctas. ¿Quiere Petro los votos que aún manipula desde la cárcel el exalcalde condenado, Samuel Moreno? ¿Quiere Petro comprar el silencio de Moreno para que no diga cosas inconvenientes o incómodas?”
Su defensa al genocidio ejecutado por Israel es evidente, al igual que su odio por Gustavo Petro. Ha dejado en evidencia todo lo que ha hecho para respaldar y mantener el poder que tiene. Quiere dejarle algo a sus hijos para que sigan ese legado corrupto con el que se ha cubierto, teniendo el apellido de su padre. Usted solo es un zángano incompetente que no desea que alguien más cambie el país, porque eso le incomoda. Desea ser candidato presidencial para poder quitar todo lo que el señor Petro ha hecho desde la presidencia, y quiere más que todo mantener sus contratos millonarios para la fundación que su familia maneja. No se atreve a decir la verdad, porque no quiere perder seguidores, ni mucho menos militantes.
Hasta su hermano se siente intimidado y asustado porque a inicios del 2025 le empezarán a hacer la revocatoria a su mandato. Usted piensa que eso no le afecta en lo más mínimo, pero voy a estar observando ese suceso mientras los restos de su padre se revuelcan una y otra vez por la traición que ejecutó aquel 21 de agosto de 1989. No trate de hacerse la víctima aquí ni venga a buscar retribución alguna por darle la espalda a su propio partido por unos intereses que ha insistido en conseguir y que quiere buscar a la fuerza cuando se postule a la presidencia en 2026 por medio del desastre que está haciendo su hermano en la alcaldía. Ese es su plan, Juan Manuel, aquí todos sabemos lo que quiere hacer. Los colombianos no queremos tecnócratas que solo piensen en sí mismos, porque usted hace parte de ese mismo grupo donde todos se creen intocables.
¿Qué pasó, le dolieron mis palabras? O solo se viene a refugiar en algo que no tiene y que su papá perdió hace años. Usted no tiene respeto alguno por sus militantes y solo los usa como caja menor para luego desaparecer cuatro años y volver a lanzarse a la presidencia, así como hace cierta quimera política. Usted en esa convención del Partido Liberal asistió y se unió a los corruptos que gobernaron el país por años para buscar derrotar al presidente Petro y que recuperen lo que se les quitó. Buscan salvación para sí mismos; no necesita negar esto Juan Manuel. Condenó a su familia ese día que le cedió las banderas de su padre a César Gaviria, al cual le ha agradecido cosas, y que después salga a retractarse. No engaña a nadie con eso, menos a sus opositores, los que conocemos y hemos leído la historia de Colombia, cosa que usted nunca hizo.
Puede pasar el tiempo y aquí sigo viendo el berrinche y un arrebato juvenil que usted causó con la muerte de su padre. Usó esa guadaña en la política para ganar oportunismo político y seguir viviendo reyes, exponiendo la aporofobia que hay en su apellido y queriendo callar a quienes lo critican. ¿Planea usted hacer eso?
Por algo está molesto con el presidente, porque usted solo quiere retribución política y no le es suficiente con su partido. Fue un gran error que le dieran esa personería jurídica.
¿Sabe qué es peor para usted? La derrota definitiva que le espera.
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