Continuando una impactante historia que muchos no sabían y otros que piensan que son mentiras y falsedades por parte de un "mamerto resentido". Y es así colombianos, ya que a ustedes les duele leer.
En el capítulo anterior, se expuso una declaración de Francisco de Paula Santander a la señorita Manuelita Sáenz quien cae enfermo ante sus brazos y su amigo el señor Simón Bolívar no soltó ni una lágrima por su estado de salud. Hoy continuaremos narrando esa parte de la historia que a todos ustedes se les ha negado en cierta parte de su vida; y es algo que el uribista promedio nunca entenderá en su mediocre vida porque teme a leer un texto largo e informativo.
...Se vio que en el grupo del Libertador la aproximación del general Santander llamó la atención y produjo alguna expectativa durante la reunión. Dicho saludo entre los dos prohombres fue frío y ceremonioso.
“Se aumentaba mucho la gente en el patio y no quedaba espacio para bailar, se alcanzó a ver que el Libertador y él hablaban en particular, y luego comenzaron a caminar despacio en dirección a la puerta de salida. Yo me fui aproximando para colocarme detrás. Casi al llegar a la puerta principal, hubo muchos piches y empujones; entonces el general se hizo detrás de Bolívar y abriendo los brazos a la altura de los hombros, con la capa extendida, le formó como una pared al Libertador y los que íbamos detrás no alcanzábamos a ver a este, porque el Santander era bastante más alto. Mucha gente no se dio cuenta de la salida de Bolívar y era temprano. Al salir a la calle, ellos dos y unos cinco o seis señores le siguieron para el próximo palacio de San Carlos. Entre el coliseo y este no había más luces que las de la puerta del teatro y el gran farol del portal del palacio. En la semioscuridad yo no alcancé a distinguir bien las personas del acompañamiento. Yo creo que entre ellas iba el general Córdoba y el edecán Ibarra. Mientras el Libertador y el general Santander no atravesaron palabra del trayecto. En la puerta del palacio se despidieron dándose la mano”.
Ni siquiera fue capaz de ver más allá, una ilusa que Dios le puso el amor de frente y aun así creía que Santander la odiaba, cuando era el tipo de mujer que lo hizo levantarse estando enfermo y aún así pensaba en asesinarlo para ganarse el amor de Bolívar. He aquí un triángulo amoroso en su máximo esplendor y esto escrito con puño y letra de esta mujer que participó en los eventos importantes de la historia de Colombia, sé que saldrán a decir que todo eso es mentira y que estoy manchando su nombre, pero se irán de espaldas más adelante.
Señorita Manuelita Sáenz.
¡Al fin me veo satisfecha! Todas las sospechas se aglomeran sobre Horment, Vargas Tejada, Azuero, Zuláibar y Carujo. Tal vez mañana se habrá descubierto algo de la trama, y entonces podré gozarme en la ruina de esos mozalbetes que han querido ridiculizarme con sus epigramas. ¡Yo les haré ver que si ellos saben humillar a una mujer altiva y orgullosa, la favorita del Libertador de Colombia hará caer sobre sus cabezas aturdidas del poder! La cólera me ahoga… ¡Pero olvidaba que soy mujer! Las mujeres perdonamos el odio, la envidia y la maldad; pero nunca los ultrajes hechos al amor propio. ¡Ah! ¡María… Su mérito es tu desgracia: ¡la hermosura tu crimen! Es que las mujeres odiamos a las que nos eclipsan, cuando sentimos empañado el cristal del honor… ¡Ah! ¡Bolívar es el dictador de Colombia, y soy el dictador del corazón de Bolívar! ¡Vargas Tejada, Celestino Azuero… ¡Yo os probaré lo que puede la vanidad de una mujer! Pero el Libertador viene aquí: tengamos serenidad para que nada sospeche.
Entonces lo sabías, lo afirmas y dejaste que Bolívar eliminara la vicepresidencia de la Gran Colombia y ya no soportaba ver a la mujer que amabas en manos de otro hombre, por eso sentía dolor de Manuelita Sáenz, entonces si ella mata para fusilarme para que haga feliz a Bolívar, entonces adelante. Ve y dudaré el cederle esa felicidad. ¡Sí, ese lenguaje es el de la verdad, esa diosa proscrita de los palacios, que vive entre los harapos del pueblo! Más ya que la verdad no sale jamás de los labios de los palaciegos, es preciso que el magistrado la pronuncie con valor.
Pero aquí viene Urdaneta: Déjame que necesito hablar con él.
No podía creer, el hombre de su vida está siendo protegido por el hombre que tanto odiaba, siendo este protegido por la espada y ofreciendo su capa para salvarlo de la muerte. El golpe fue directo, Bolívar iba a morir y Santander lo sacó antes sin ningún escándalo, él salva al supuesto amor de Manuelita Sáenz, ella queda sorprendida ¿pero quién? Santander sacrificó parte de su salud para que ella tuviera voz y voto en consejo de gobierno, se ganó eso sin haber hecho esfuerzo alguno, se dio cuenta que no era ninguna felicidad pura con Bolívar, algo la hizo ir al sentido contrario. Santander dijo algo para que pudiera entender su amor, antes desea matarme y puede ir al escritorio y leer la obra de teatro que he compuesto, luego podrá matarme como tanto quiere. ¡Aja! Tengo prueba de tus intenciones para matar a Bolívar.
“Yo no guardo jamás rencor a las mujeres. Cuando una mujer insulta a un hombre con honor, no se debe odiarla ni castigarla. Se le perdona o se le tiene compasión”.
- ¡Compasión! ¡Pobre joven iluso, a quien puedo hacer cuanto mal quiera! Ya veremos cuál de los dos será el compadecido.
- ¡Acepto el desafío, ¡Manuelita Sáenz, favorita del dictador!…
- Máscara: ¡Y quién ha dicho a usted que soy la favorita!
He aquí la siguiente frase:
“¡Y quién lo decidió!”
Prácticamente ella queda hecha pedazos, eso en un abrazo afectuoso, quítate la máscara para poder secar esas lágrimas que tanto te ha hecho derramar Bolívar. Yo entrego esta obra de teatro para hacerte feliz. Todo en esa mujer fue contradictorio. Su origen, su matrimonio, su amor. Es una mujer de pasiones, en su particular belleza fue creada para el placer e hizo su historia a su modo: En la alcoba y en el consejo de ministros. Su atractivo físico, con ser muy grande, fue inferior al talento, en ella insuperable. Dos y tres veces se encontró perdida y en trance de humillaciones sin nombre: salió del aprieto con rara agilidad, era inteligente. El libertador la llamó “La amable loca”, pero su locura fue ocasional. Por encima de sus flaquezas demostró ser intrigante y previsora. (Desde mi punto de vista, es la persona más empoderada que he leído hasta ahora).
Santander iba feliz porque ya lo aceptó tal cual era su forma de ser (lo que no hacen los demás), la verdad es que soy masón a muerte y católico de corazón. Dato interesante para que lo tengan en cuenta ustedes, damas y caballeros. Comienzo en no poder creer que el general haya ideado todo desde el principio y sea su plan maestro para destruir a todos los fachos, se empezó a reír cuando supo que Manuelita le dio el sí. Regaló cosas masones y se los enviaba a ella únicamente. Ella confiaba en Bolívar, pero no era rival para todos esos traidores de la patria, así que decidió tomar los bienes secretos de Santander y preparar todo para el regreso de su amado, ya Lucía cariñosa con Bolívar y era que había una convención a Santander seguir adelante con todo proyecto.
Él le dijo a Manuelita una verdad cruel, ellos irán por los papeles de Bolívar y tratarán de destruirme, no podré llegar a tiempo, sé que no puedo protegerte, pero cierto límite yo tengo y poseo poca fuerza, sin mi hacha de batalla, no puedo llegar a tiempo. Yo sé que no puedes tener hijos, eres estéril Manuelita Sáenz, no mayor dolor de no poder tener hijos con la mujer que amo, te humillarán y te despreciarán, pero sé que lucharás sin mí. Se burlaron de ti y, aun así, no podías hacer nada contra ellos, deciden empeñar todo para darle dinero a Urdaneta y mantener una sublevación para aplicarlos y ellos se burlaron de ti diciendo que era Don Quijote de la Mancha, y perdiste todo por defender a Bolívar más no por amarlo.
No dudaste en ningún momento, decidiste vender todo lo que tenías en esa pintura, los vestidos, las joyas, los anillos, los aretes, todo incluso para estar al lado de Santander, todo por ganar tiempo para que Urdaneta hasta llegase a él. Estabas en una hacienda que el general dejó, empeñaste todo, sientes que no vale la pena vivir si él no vuelve, te duele no poder hacer nada y tú piensas que él te abandonó a tu suerte. Hedor devastador de un amor que puede romperse por la Gran Colombia y por la soberanía de una sociedad que ha vivido libremente.
Satán se burla de la creación de Dios:
- ¿Eso es lo mejor que pudiste crear Dios?
Dios ríe, ni siquiera terminando el combate, deja que ellos mueran.
- ¿Ellos viven por qué no ha dejado de amar ni después de muerto?
- Pues sí, él compartió la inmortalidad del alma con su amor perpetuo.
Después de la batalla de Boyacá en 1819 y de haber sido restablecida la independencia, Caicedo rindió una partida de realistas, comandada por el teniente coronel Forminaya (ex-gobernador del municipio de Socorro), para la ciudad de Purificación. Además, acompañó al general, Antonio Nariño, en su lucha contra los federales y obtuvo el título de capitán. El 9 de enero de 1813, obtuvo el grado de Coronel y ese mismo año actuó como diputado en el Congreso de las unidas de la Nueva Granada. El 2 de febrero de 1815, se casó en Santa Fe con Juana Jurado con quien tuvo varios hijos. Este maldito puto era un vil demonio, pero porque entró en pánico, sencillamente por algo que Santander le dijo.
El señor Joaquín Mosquera fue aplastado en las elecciones, mínimo deseaba el federalismo y Santander lo hace pedazos y le pide alguien cercano que publique el memorial de agravios y hace quedar como un culo al pueblo, hace estallar una guerra con flores, sencillamente quería la Gran Colombia para intentar poner un banco antes que una constitución. Le ordena a Azuero que no deje entrar a Manuelita a Bogotá, es muy peligroso que esté aquí y la vayan a perseguir, además vamos a entrar en guerra y quiero ponerla a salvo de cualquier peligro inminente.
Le dice la verdad y quiere destruir a varios de los enemigos de Sáenz que su diosa misma, luego de todo el esfuerzo ella ha sufrido demasiado, cada lágrima es algo que puedo permitir, ver y caer; así que ayúdenme a destruir a ciertos estúpidos criollos arribistas. La personalidad del mago Merlín es la furia de Manuelita Sáenz cuando despreciaba cualquier acercamiento amoroso que tenía con ella, y lo desprecia a él al apoyar a Bolívar y así lo quiera ver fusilado. Cuando supe que ella se iba a dejar morder de una serpiente, fue sencillamente una muerta de honor a Bolívar, sentía culpa por saber su corazón le pertenece a Santander, así que ella dejó morder como una muestra de fidelidad y que el amor de Bolívar moriría ese mismo día, y el del general nacería al día siguiente.
Y aquí termina la segunda parte, pero esto continuará porque esto va para largo y ustedes conocerán todo sobre estos tres personajes en particular.
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