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LA TENDENCIA OSCURA DEL ANTIHÉROE

Los usuarios de Twitter y los que eran mis amigos, están molestos por mi forma de decir las cosas, y quieren que muestre algo de humildad y demás cualidades para no hablar de ciertos temas. Por eso están pidiendo mi cabeza por exponer y decir la verdad. Hace rato dejé de ser una persona confiable y eso les duele en su interior...


Solo por decir la verdad quieren condenarme, exponiendo las pruebas necesarias para dejar en la mira a mis oponentes y escogen señalarme como un acosador, un misógino, un psicópata, entre muchos otros términos que a fin de cuentas nada me afecta en la vida real, debido a que veo más allá de los hechos. Cosas como esto es lo que no entienden quienes tienen la mente completamente cerrada y se dejan influenciar por personas inescrupulosas que solo quieren ser las víctimas en todo momento. ¿No es así? ¿Para qué viralizar una cara si saben que al final es mejor dejar quieto a esa persona? ¿Para qué buscar problemas a una persona que no le interesa ser famoso? He operado en las sombras desde diciembre de 2015 cuando me inicié en el sendero de la mano izquierda, y desde 2016 incursioné en las manifestaciones ocurridas en ese entonces cuando Peñalosa gobernaba.


Ustedes no saben nada de mi aspecto personal, porque creen que solo la cara de amargado los hace juzgarme por solo el exterior, y no ven lo hay en lo profundo de dicho ser. Y si tengo tendencias oscuras y pensamientos completamente diferentes a los de ustedes, no tienen por qué señalarme de lo peor cuando a su alrededor hay personas de la peor calaña y están entre su propia familia. ¿Cierto? En todo este tiempo he recibido observaciones y lo mucho que quieren tener mi cabeza en bandeja de plata, todo porque expuse a una persona psicológicamente inestable. Yo sé que no me quieren creer y desean que esté encerrado en una cárcel y pague por mis actos, felicitándolos por demostrarse que ustedes se dejan manipular con toda facilidad. Que digan que soy un tipo peligroso no lo hace tener la razón, para ciertas personas, ya que la hipocresía se ve todos los días en cada uno de ustedes. Si quieren atacarme, perfecto. No hay ningún problema. Se la pasan creyendo que con solo dos palabras voy a volverme agresivo, cuando eso quedó atrás y antes de cierto incidente mundial. No aceptan tampoco que yo posea Asperger. Pero bueno, es el menor de aquellos problemas.


Y para cierto exconcejal que se la pasa diciendo cosas a mis espaldas, le recomiendo mejor que guarde silencio. Ya que se ha convertido en el títere de esa señora que se sintió amenazada con cierta columna, por el simple hecho de haber dicho la verdad, ya que lo tiene de bolsillo.


¿Creyeron que haciendo una denuncia masiva contra mis dos perfiles de Twitter lograrían callarme? Se dejaron llevar por la inestabilidad mental de una persona acostumbrada a la manipulación por el simple hecho de haber expuesto su punto débil, y me siguen reclamando por la metáfora del año pasado. Hasta ustedes tienen sus pecados y se dejan llevar por la doble moral de esta red social, sin tener en cuenta la hipocresía de esas personas que quieren acabar conmigo y corrompieron el progresismo desde adentro. ¿Ahora entienden el por qué dejé de lado esa tendencia y mostré lo que estoy defendiendo en realidad? Me interesa defender la soberanía de mi país y también la resurrección de la Gran Colombia, y eso ustedes nunca lo entenderán por más oscuro y retorcido que se escuche. No tengo necesidad de estar obsesionado con nadie, ni tampoco me interesa que me relacionen con esas falsas acusaciones que hacen en mi contra, porque son ustedes los que le están creyendo a las personas que se sienten “perseguidas” y no le crean a las verdaderas víctimas, como yo. Pero no. Siguen pensando que soy un peligro para la sociedad y buscan una justificación para que puedan provocarme y así pelear con todos ustedes. Sé bien que esa es la estrategia que quieren usar contra mí, porque romperme y salir a realizar una ofensiva es el objetivo que necesitan para denunciarme. ¿Eso es todo? Supongo que sí.


¿Qué van a hacer cuando me vean en las calles de Bogotá? Creen que los golpes y el linchamiento por exponer a mujeres que defienden el radicalismo que he expuesto ante todos ustedes, van a lograr ponerme en mi lugar. Sabiendo eso, dejarles en claro que no va a funcionar, no importa si me tienen en su radar. No solo se dejaron influenciar por una señora con delirios de persecución, sino que guardan la foto de una persona que no subsistencia alguna en este país y carece de sentimientos. No solo eso, ustedes decidieron darme la espalda por una gran verdad y su sentido de hacer justicia es completamente plana y vacía. Si esas personas dicen tener mi dirección, ¿por qué no han ido por mí? Saben perfectamente que en realidad no tienen nada para intimidarme ni mucho menos para detener lo que tengo planeado para el país. Yo no le debo nada a nadie, pero cometieron el error de haberse estrellado con alguien al cual no pudieron romper antes. Solo buscan que me convierta en su títere para satisfacer sus deseos, y prefiero tomar la opción de morir.


Quiero reformar Colombia y que las personas conozcan su propia historia, y eso lo he dicho desde que descubrí los sonidos binaurales. No soy el malo aquí, pero ustedes con toda facilidad se dejan llevar no solo por las mentiras de la oposición, sino por los discursos fascistas de la élite resentida de la localidad de Chapinero. Ustedes saben de qué les estoy hablando, ya que me estoy dirigiendo a ustedes. Me ven cómo a un monstruo al que le hace falta ética y corazón, porque tengo y poseo mi propio código de conducta para hacer las cosas a mi manera. Dejen de comportarse como los hipócritas que son, porque sin todo lo que he hecho por este país, el señor Gustavo Petro no sería presidente y ustedes perfectamente lo saben. Se ponen del lado del victimario y por el simple hecho de creer en su palabra, y a mí me vean como lo peor de una clase social que quiere cambiar las cosas. ¿Así es cómo me pagan? Traidores a su causa.


Ante todo lo que he dicho aquí, ustedes creen que el encierro me hará cambiar de parecer como si de otra pandemia se tratase. Ni la cárcel ni el manicomio podrán contener lo que he liberado de mi parte, mucho menos la luz que tanto ustedes dicen poner en cada publicación que hacen, porque ni las radicales tienen ese vestigio y su odio las hacen cometer errores garrafales ante la sociedad, para luego culparlo a uno. ¿No es así, colombianos? Los que me juzgan son esas mujeres que se comieron el cuento de dicha tendencia y me acusan de malparido y acosador. Se jactan de todas esas palabras porque querrán quemarme vivo, y al mismo tiempo también demuestran lo hipócritas que son. Ya lo dije antes en otra parte, y es que buscan que caigan en su juego para luego hacer de las suyas para luego destruirlo moralmente y dejar su reputación por el suelo. El ser lo que soy me ha condenado a estar solo, porque todas esas mujeres con las que he estado, ahora son madres de hijos que yo no poseo biológicamente, por el simple hecho de ser diferente me odian y me desprecian porque no me sometí a sus condiciones. Yo no odio a las mujeres, ellas odian mi forma de pensar y por eso, estoy en busca de una esposa tradicional, no de una mujer moderna que expuso su intimidad a todo el mundo.


Todo eso pasa en redes, pero no se fijan en lo que pasa en la vida real porque no son capaces de desconectarse de sus teléfonos ni tampoco son capaces de enfocarse siquiera en leer un libro. No me sorprende las palabras que usen en contra mía por tener un pensamiento diferente, y dejarles en claro que este tipo de tendencias no les funciona conmigo. No hacen caso a lo que les dice alguien que ve más allá si se les mira a los ojos y por eso me relacionan con personas que ni tienen nada que ver conmigo, y que prefiero mantener lejos. Sus intentos por hacerme sentir mal son solo golpes de aire para mí, y que quieran buscar hacerle daño a las personas que son cercanas a mí, como lo son mi familia. Yo les sugiero que no se atrevan a cruzar esa línea conmigo, porque ahí sí tendremos bastantes problemas y es en ese momento donde haré lo necesario por defenderlos. Ya me ha pasado antes cuando era adolescente, y si tengo que repetir la misma estrategia, entonces así será.


Quemar el país por mis acciones no tiene ningún sentido, debido a que hay personas más peligrosas. Yo no soy peligroso ante nadie, solo prefiero estar en paz y que no me molesten, y les genera miedo que no sea de la misma religión que ustedes. ¿Verdad? En todo ese tiempo que estuve fuera de esa red social sus comentarios solo me generan sueño. No tengo intenciones de cambiar mis tendencias ni de caer ante sus provocaciones, y esas radicales que solo buscan mi muerte social y física, dejarles en claro que nada puede acabar conmigo. Quieren acabar con una persona pensante que solo busca lo mejor para Colombia, y ese mismo radicalismo es solo un estorbo que ha destruido a hombres y mujeres por igual, debido a las falsas denuncias y al victimismo social que les han puesto encima. No toleran la cruel verdad, porque se acostumbraron siempre a la mentira.


El Dragón Negro (el demonio) hace ocho años me salvó de la misma muerte y me mostró el camino real, y me juzgan por tener “perfiles falsos” para atacar e incomodar personas. Así que eso es lo que piensan y ven ahora mismo. Jugar a la cacería con un brujo en potencia les puede traer ciertas desgracias en sus vidas, si me llegan a ver en las calles, porque si ustedes quieren hablar con insultos y golpes a mi persona, no va a servir de nada que usen ese tipo de argumentos conmigo, mucho menos si se trata de alguien que ha leído acerca de la psicología oscura y la tendencia sigma. Me desprecian porque leo libros de historia y porque no defiendo dicho movimiento, porque me acusan con los mismos términos de los cuales nunca van a tener efecto. Y si llegara a serlo, ¿Qué piensan hacer al respecto? Solo observo de lejos la poca clase que son cada uno de ustedes, hombres y mujeres que solo buscan mi caída. Tomo nota de cada acción y un simple bloqueo hacia la nula reputación que tengo no los va a salvar de que yo golpee más fuerte con mis palabras y opiniones. Claro, y eso deja bastante claro que ni siquiera tengo derecho a tener una familia propia e hijos, porque no estoy de acuerdo con esta modernidad que hay en la sociedad. Lo que buscan, es que sea censurado, linchado, condenado, maldecido, o en el peor de los casos, asesinado. En eso último no han podido ni podrán dar en el clavo.


Para dejar las cosas en claro, si me tengo que volver antifeminista, entonces voy a aplicar esa tendencia desde ahora.


Se dejaron llevar por los discursos fascistas y misándricas de esas mujeres que siempre repiten los mismos términos y no saben acerca de la existencia del diccionario. Todo un país virtual contra mí, buscando la manera de callarme como si eso fuera a funcionarles. Sé bien que me odian a muerte por otro tipo de cosas, como estudiar ruso por propia cuenta. He lidiado todo ese tipo de acusaciones a través del silencio y estoicismo, porque eso me ha hecho más fuerte. Regreso aquí para encarar a todos esos personajes que defienden a una persona que les dijo con mentiras que es una “víctima” y que se comporta como una persona alterada fuera de las redes sociales. Como dije antes, yo no soy el malo aquí, y tanto esa concejal de Bogotá, como a esa representante a la Cámara que buscan algo que ya no tengo políticamente, es que el dañarme y el hacer acusaciones planas y sin sentido, al final les traerá consecuencias. Porque ese colectivo todo lo que toca, lo destruye con sus propias manos y sororidad... Son un cero a la izquierda para mí, y que no vale la pena que me den esa atención para verme como el psicópata que tanto describen.


Ustedes quieren que sea sumiso y arrodillado, que no cuestione ni que alce la cabeza. Me ven actualmente como un objetivo militar social y así buscan generar que les tenga miedo, sin darse cuenta de que no tengo nada para perder, porque hasta el miedo ya lo perdí en aquella noche del 10 de agosto de 2015, donde aparte de haber entrado en shock y sentir esa entidad oscura, fui auxiliado por la comunidad al no caer al piso. Pero eso a ustedes eso no les importa, porque todos los días percibo cómo hablan mal de mí a mis espaldas y en esa doble moral han hecho cosas peores de las que he hecho aquí, y luego de haberlo hecho se lavan las manos. Así son ustedes los que me señalan con todos esos términos, porque se dejaron influenciar por una inquisición que modernizaron las radicales con sus mentiras y su falso victimismo. Les quieren hacer el trabajo a ellas para buscar el poder ejecutivo y así acabar con quienes nos oponemos a sus ideales. Sigan así, viviendo manipulados y utilizados como idiotas útiles.


No se dan cuenta de que me están convirtiendo en un criminal o en un asesino en potencia mientras ustedes regalan esa indignación a personas falsas que solo buscan controlarlos y tenerlos bajo una sumisión mediática. ¿Son tan ciegos o son tan estúpidos para no darse cuenta de la realidad, colombianos y colombianas? No soy ningún asesino y no me interesa ensuciarme las manos de sangre para hacerse sentir temor a un grupo de personas que viven sesgadas y con la mente cerrada. Ustedes pueden hacerme todas las críticas que quieran en mi contra, pero no pueden romper a alguien a quien no pueden ver ni mucho menos tocar con sus manos, porque lo que las radicales están buscando es una guerra entre géneros. Para infortunio de ellas, he cumplido con exponerlas tanto a ellas, como a sus seguidores aliades, los cuales son más machistas que el hombre tradicional. En otras palabras, mi objetivo ha sido completado y jamás se podrán recuperar del daño que les hice con mi metáfora.


¿No me quieren creer? Bien, es cuestión de ustedes decidir de qué lado están. Porque ya quedó claro que están en contra mía por todas las exposiciones que he hecho a lo largo de estos cuatro años. Si quieren seguir con el juego de esas retrógradas es cuestión de ustedes, debido a que no me sometí a sus ideales y yo seguiré solo mi camino. En mi humilde opinión, solo quiero dejar en claro que no me arrepiento de mis acciones ni de las cosas que he hecho a lo largo de estos últimos años, porque no tengo intenciones de someterme ni de agachar la cabeza por todo lo que he hecho en favor de ustedes, los que se suponen me apoyan y me siguen. En fin, es mejor ser temido que ser amado como dice Maquiavelo en su libro, El Príncipe. Por algo a ustedes les da fastidio el humor que yo expongo en mis trinos.


No vale la pena que me vean como alguien que quiere atentar contra la vida de alguien, porque siempre han tenido esa idea y no conviene que me vinculen con esas personas que solo buscan el mal para todo lo que conocemos. No soy ni seré el mejor ser humano en todos los aspectos posibles, no necesito agradarle a nadie y tengo mis propias motivaciones. La mayoría no estará de acuerdo con esto y estoy siendo completamente honesto con todos los que están aquí y quiero dejar las cosas claras: soy lo que soy; así que, pueden tomarlo o pueden dejarlo. Aquí no hay dioses a los que puedan alabar, porque somos un grupo de maestros en exponer lo que unos pocos no quieren que ustedes conozcan, y sin que ustedes quieran admitir que hasta el mismo progresismo que antes defendía, se haya contaminado por ese colectivo que conocen y buscan hasta por debajo de las rocas para dar conmigo y mis amigos, los que hemos expuesto todo a través del conocimiento.


Yo sé que se aproxima una guerra y va a haber un reino que va a caer, y ese no va a ser el mío. Porque chocarán con un muro que no podrán destruir. Yo soy ese muro.


Conozcan de antemano lo que soy, porque no me voy a seguir quedando callado con lo que estoy presenciando en redes sociales, y aplastaré a quien me busque problemas. Por el simple hecho de que hayan publicado cierto objeto que desconocía, no me hace una mala persona. Y sí, soy lo que he narrado aquí. Esa persona que tanto odian por exponer a personas que no quieren que nadie las toque ni las critique porque se hacen las víctimas y no pueden lidiar con la verdad. Bueno, eso ya no importa porque sé que mis enemigos y las personas que me odian buscarán la manera de buscar mis debilidades y que caiga ante ellos. La pregunta es: ¿Saben ellos que soy alguien que carezco de dichas debilidades? Al parecer, solo atacan donde les conviene y por eso repiten los mismos mensajes de siempre. Por eso, vulneran de forma fraudulenta lo que soy y violan de manera arbitraria los artículos 15, 29 y 248 de la Constitución política; pero, a esas resentidas no les importa eso. Solo quieren que sea declarado culpable y nada más.


Las personas que cuestionan mi proyecto, son esas mismas que les gusta vivir en el conformismo mental. Las personas que salen a decir en redes que estoy loco y que mis acciones son graves, prefiero decirles que no se esfuercen en hacerme reflexionar por lo que he dicho por qué sé perfectamente que buscan callarme de forma permanente. No traten de negar las acusaciones que han hecho en contra mía porque se les puede devolver como un búmeran sus propias palabras. Por ende, seguiré siendo esa piedra en el zapato para ellas, las que usan el extremismo radical para hacer arrodillar a sus opositores. Seguiré siendo ese antihéroe político que tanto detestan, porque soy alguien inmutable, inmune a la manipulación y completamente independiente. Así no estén de acuerdo con mi afirmación, me mantendré firme.


Lo que queda por hacer es aplicar todo lo que he aprendido por mi propia cuenta y ganar sin morir en el intento. No necesito de títulos, terapias pagadas ni burlas para hacerles saber que me siento conforme con lo que soy. ¿No están de acuerdo? No me importa su opinión negativa y no me interesa si ese grupo de resentidas se siguen tomando el papel de una vocería que no les pertenece, debido a que hay mujeres que están en contra de ese mismo colectivo radical. No se sorprendan si no quieren creer en mis palabras, mi humildad y en mi forma de ayudar a quien lo merezca, porque esa siempre ha sido mi naturaleza. Por lo menos para dejarles claro que tengo más lealtad que cualquiera de ustedes, sin importar que no me gusta ser del todo bueno en ciertas circunstancias. Y les guste o no, seguiré siendo una persona que defenderá hasta el fin de los tiempos la soberanía de Colombia y su completa restauración. Al final de todo esto, el llamarme loco no va a ser suficiente para hacerme sentir mal, mientras escucho música clásica, el cual no es para nada aburrida.


Y si es de esas personas que prefiere esconderse en medio de sus bodegas y quiere desearme el mal y que me vaya mal en todas partes, debería de ahorrarse los comentarios, porque esta vez haré todo lo necesario para dar conmigo, porque yo nunca he valido la pena. Sepan que tanto sus amenazas como sus palabras hirientes, no hacen efecto en mi oscura y demente personalidad.


Soy lo que soy, y el mundo así me forjó. ¿Quedó claro? Eso es todo lo que diré, y daré punto final al asunto.


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