Por años ha querido destruirla porque es un arma de gran filo para que los paramilitares, guerrilleros y víctimas del conflicto armado cuenten la versión de lo que les han pasado cuando presenciaron sus atentados, organizados por una sola persona...
Han pasado tres meses desde que escribí esa carta y algunas cosas se vieron en contra de su llamado “buen nombre”, señor Álvaro Uribe Vélez. Pero cada día que pasa se va quedando sólo y se convence de que poniendo a su hijo mayor como candidato presidencial y que la señora Victoria Eugenia Dávila lo alabe por haber salido en una portada del papel higiénico, digo de la revista Semana, nos hace pensar que a usted ya nadie le cree y cuando vengan por usted del otro lado del charco, por dentro lleno de tristeza y resentimiento pedirá que lo acojan ante la JEP.
Y ante la justicia independiente como lo es la entidad que usted quiere derogar y modificarla a su manera para que haya impunidad, no va a poder escapar ni tratando de esconderse en su finca ilegal el Ubérrimo. Sin embargo, las desgracias hacia su persona no acaban aquí cuando la posesión del señor Joseph Biden sea un hecho y el haberle hecho campaña al impotente de Donald Trump, lo metieron más en aprietos y ahora internacionales. ¿Usted se niega a admitir su derrota, no es así? Bien, será obligado a hacerlo cuando vea a todos sus allegados siendo sacrificados como corderos para salvarse usted mismo.
Y ahora que toda Colombia se enteró por boca de los señores Gonzalo Guillén y Richard Maok sobre la verdad del asesino de su padre Alberto Uribe Sierra y no fueron las FARC de aquel entonces. Yo en un trino había dicho que los asesinos eran los miembros del clan Ochoa Vásquez, los mismos que lo educaron a usted para que se convirtiera en el bandido que hoy en día es; pero no, fue el señor José Gonzalo Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano” quien mató a su padre por torcido y por asuntos de narcotráfico.
Usted señor Uribe es ahora un ex-senador, un ex-presidente y un ex-presidiario porque ya no tiene fuerzas para poder hacer lo que quiera, ya no tiene la impunidad que lo acobijaba y se ve acorralado por los fantasmas del pasado que intentó silenciar con su magia para que desde el más allá no lograran decir nada, pero ni eso le funcionó. Sabe, las personas como usted le temen a personas como Antonio Nariño quien ha puesto de rodillas al mismísimo padre Satán porque no lo pudo torturar pero él ha logrado desde el averno torturar a sus amigos corruptos y a los amigos de su padre que están atrapados en el círculo de la violencia. Eso incluye al ancestro incestuoso de su amigo Andrés Pastrana.
Recuerde que la justicia especial para la paz no la puede derogar y no se va a detener el esclarecimiento por la verdad, algo que a usted le duele desde el fondo de sus entrañas podridas. Importante saber que hay demonios que reclaman su cabeza Álvaro, hay espectros de personas inocentes que susurran su nombre y quieren verlo tras las rejas, pero no aquí en Colombia sino en una cárcel impuesta por la Corte Penal Internacional si usted se niega a acogerse a la JEP y contar toda la verdad.
Usted ya no tiene con que pagarles a sus escoltas, los negocios de cocaína se están cayendo, su amigo Luis Horacio Escobar Saldarriaga vive a unos metros de su finca el Ubérrimo y ambos se convencen de que la DEA no los arrestará. Malas noticias para ustedes porque Donald Trump dejará la presidencia después del 20 de enero de 2021 y varios en el extranjero quieren ver colgadas sus cabezas en estacas. Por años, usted mintió y evadió la justicia, hace varios meses este año del 2020 fue detenido con medida de detención domiciliaria y actualmente no puede hacer nada porque la gente pide justicia para Colombia.
Hoy usted es un don nadie que está empeñado en destruir la justicia independiente de Colombia, pero tampoco quiere acogerse a ella porque la creó Santos y usted afirmando con mentiras, y afirmando que esa institución protege a los ex-guerrilleros del hoy partido FARC. ¿No se cansa de decir lo mismo? Delira porque todo se le salió de las manos pajarraco, usted ya es un peso muerto y se está quedando sólo por poner a su hijo mayor Tomás como candidato presidencial y es una realidad que le cuesta admitir.
Muchas cosas le pueden pasar, pero de algo es seguro y usted ya está condenado a pagar en vida los crímenes que cometió, pero también será preso por destruir la poca democracia que hay acá en Colombia. No acepta usted la derrota, no acepta que perdió y se convence de que dejándole todo a sus hijos que se han reunido con paramilitares y narcotraficantes todo el legado de sangre que usted creó desde el 14 de junio de 1983, no le alcanzará para recuperar su “honorabilidad”.
Su señora esposa tampoco se salva del castigo que le espera, ni su títere, ni mucho menos el amigo de alias Don Berna. Bueno, usted sabe a quién me refiero. El caso aquí es que ya la JEP le estará pisando los talones en poco tiempo y los ex-paramilitares dirán su nombre; y así no saldrá libre de ser delatado, pero usted señor Uribe es terco como las mulas y prefiere seguir hasta la muerte ser un traqueto y un asesino que decir la verdad y admitir su culpabilidad delante de las madres de Soacha que perdieron a sus hijos gracias a una orden suya.
Usted estuvo preso 67 días, y teme que le quiten la visa para que no pueda escapar del país. Ahora yo le quiero hacer la siguiente pregunta a esos colombianos que aún le siguen lamiendo las botas manchadas de sangre de un enano narcotraficante. ¿Qué harán ustedes cuando Uribe logre por completo paramilitarizar las principales ciudades del país luego de haber impuesto su dictadura paramilitar en los pueblos más vulnerables? Los reto a contestarme, aunque dudo que lo hagan.
¿Quiere usted irse en un vuelo sin regreso? El estar en desesperación no le servirá de nada. Sabía perfectamente que la JEP no puede ni será tocada por manos inescrupulosas como la suya, pero insiste en querer acabarla. No sabe el daño que se ha hecho usted mismo por querer escapar de una realidad en la que sus adeptos acefálicos le hacen creer que es un dios, y al final de cuentas no es nada, no es nadie y es un ser con apariencia fósil y mandado a recoger. Sin embargo, Uribe tiene que apretar nalga para poder gritar y poder imponer su grito y así amenazar al que le diga la verdad.
Ahora su plan es que lo pongan de candidato para la presidencia en las elecciones de 2022 para seguir perpetuando el poder, la poca democracia que queda y así lograr aniquilar la JEP. ¿Usted no aprende, verdad Uribe? Mírese al espejo, ubique esa supuesta hombría que le queda y admita su derrota oficialmente. El día menos pensado intervendrán su finca ilegal, llegarán a su puerta hombres que no tendrán piedad de usted además tiene el descaro de seguir manejando la política a su manera como si no hubiera hecho ya suficiente.
Las lápidas que usted mandó a poner en esos falsos positivos en las que participó desde su silla presidencial durante su gobierno lo reclaman, una vez creyó que sería intocable como sus amigos la familia Char, pero no fue así. Usando sus influencias cree cambiar todo a su paso y sin darse cuenta de las consecuencias, la cobarde Corte Suprema de Justicia lo seguirá investigando para exponer al mundo la clase de basura, escoria humana y rata que es; pero las cosas aquí no terminan.
Tal y como lo hemos dicho antes, el extranjero pedirá su cabeza si usted no se acoge a la justicia transparente que tanto teme y el evadir por más de un año tras su indagatoria el pasado 8 de octubre las cosas ya están en contra suya. Obviamente no sabe usted como contraatacar, pero tampoco espere que sus adeptos lo ayuden en esa última cruzada que usted aspira ganar. No, no volverá a tener ese poder y por más que quiera imponer su enana bota manchada de sangre ante los colombianos, el país ya no cree en su palabra y todos ya conocen sus mentiras.
Esta película terminó hace mucho cuando la JEP llegó al país para escuchar la versión de las víctimas que usted señor Uribe dejó durante su mandato, una de las madres de Soacha lo condenó a pagar cárcel y eso es algo que se hará realidad (así a los derrotistas les duele admitir que algo está pasando en Colombia), y se le acaba el tiempo de escoger su destino. Entre más usted demore, el peso de las cadenas será más pesado para usted y nadie se va a prestar a ayudarle a cargarlas.
Y ahora su amigo Sergio Fajardo junto a otros ex-gobernantes de Antioquia, señalado de ser responsable fiscal por el adefesio del proyecto Hidroituango por 4.7 billones de pesos. Y sus aliados están empezando a sentir los pasos de una audiencia judicial, algo que usted ya conoce con toda claridad. Señor Uribe debe entregarse, confesar todos sus crímenes, es lo único que le queda porque los demás caminos ya están cerrados y no tiene a donde ir hoy en día, y no espere tampoco que sus hijos y sus nietos le presten algo de vida para salvarse.
Las campanas suenan, y su tiempo se le está acabando a usted ex-presidiario; y tiene el descaro de desaparecerse del país, ¿y dice ser una persona “frentera”? Por usted el país es una fosa común de corrupción, impunidad y vergüenza ante el mundo. En cualquier momento será citado y pobre de usted donde no vaya a declarar por sus actos y contradiga lo que los militares y ex-paramilitares hayan dicho sobre lo que pasó en su gobierno. Sé que no siente perdón por nada, pero tiene miedo de seguir siendo humillado por fuerzas del más allá que ya no puede controlar.
El mundo ya sabe quién es usted, su cabeza desean ver en bandeja de plata y yo predije la fecha de su fallecimiento el año pasado que los líderes sociales y el compañero Richard Maok entregaron las pruebas de la infiltración paramilitar a la Corte Penal Internacional, otra entidad que a usted teme demasiado ir a conocer. ¿Cuántas veces hablaremos de esto? ¿Cuánto tiempo le queda para ir a colgarse de un árbol y culpar a las extintas FARC y al castrochavismo por lo que le ocurra a usted y a su poca honorabilidad?
Esto no es una carta para este asesino, esta es una opinión donde la justicia debe ser transparente y ya después de que este ser esté encerrado en una fosa donde solo vea cuatro paredes y un balde para sus necesidades, los militantes y adeptos del uribismo serán perseguidos, reformados y educados como debe ser. Y ahora que muchos van a decir que los estoy “amenazando” cuando estoy exponiendo la realidad que les espera. No seguirán viviendo en su acostumbrada comodidad, vivirán rodeados de libros, música que ralentice su masa cerebral y educación de calidad.
Los traquitas como Álvaro Uribe Vélez serán enterrados y olvidados por la historia que vamos a construir nosotros.
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